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Op-ed: No hay necesidad de admirar o temer a los EE.UU.

Por Jiang Ning

Beijing, 19/06/2019 (El Pueblo en Línea) - Hace más de un año que el gobierno de EE. UU inició la fricción comercial con China.

Algunos dicen que la publicidad de alto perfil de China, representada en el documental Amazing China y que registra los logros de China en los últimos cinco años, es una jugada de mano alzada que hizo sonar una alarma en EE. UU y desencadenó la guerra comercial.

Sin embargo, el tiempo ha revelado los hechos y ha demostrado que tal punto de vista no puede ser más ridículo.

Múltiples documentos importantes de Estados Unidos han establecido a China como una rivalidad estratégica principal, y el Departamento de Estado de Estados Unidos incluso ha llamado a la competencia entre China y Estados Unidos un choque de civilizaciones. Washington ha retrocedido repetidamente durante las negociaciones comerciales, y ha recurrido a la presión extrema y las prácticas de intimidación, tratando de limitar a las empresas de alta tecnología de China con el abuso del poder y los recursos nacionales. Además, los departamentos de aplicación de la ley de EE. UU también han hostigado a los ciudadanos chinos en EE. UU o que viajan a EE. UU, y parte de los estudiantes chinos en EE. UU se enfrentan a restricciones de visado.

Estos intentos realizados por EE. UU durante el año pasado han expuesto completamente su bloqueo general y sus estrategias feroces, y no son en absoluto una decisión del momento.

EE. UU ya había comenzado el "calentamiento" de la guerra comercial cuando Amazing China llegó a las pantallas en marzo del año pasado. Culpar al documental por la provocación planeada de Estados Unidos va contra el orden cronológico, pero también contra los hechos.

La causa principal de la guerra comercial entre China y Estados Unidos no es la publicidad de alto perfil de China, sino la ambición de Estados Unidos de elevar la estrategia llamada "America First" por encima de la justicia internacional.

Los que atribuyeron la causa de la guerra comercial a Amazing China tienen al menos dos ideas enfermizas. Por un lado, no creen que China pueda obtener logros tan notables como los estadounidenses. Por otro lado, piensan que China no debería obtener logros tan notables como ya que podrían cuestionar la posición de Estados Unidos. Admiran y temen a Estados Unidos al mismo tiempo.

Pero tenemos todas las razones para dudar de ellos.

¿Es un hecho fabuloso que China, una economía muy grande, haya logrado un progreso glorioso con sus propios esfuerzos y oportunidades históricas?

¿Es incorrecto que China se elogie a sí misma cuando el pueblo chino ha sido testigo del progreso tan glorioso que se está logrando después de haber sufrido años de tortura por parte de las potencias occidentales?

¿Creerán el mundo y EE. UU que un “elefante” gigante como China que se esconde detrás de los arbustos es realmente invisible?

¿Es ridículo pensar que los encargados de tomar decisiones en EE. UU se encuentran al mismo nivel que los niños de guardería que de repente se levantaron frente a la publicidad china?

La presión ejercida por Estados Unidos durante el año pasado ha encendido el coraje de la sociedad china. China no quiere una guerra comercial, pero no la teme y la combatirá si es necesario. Tal actitud refleja la resolución de China y su adhesión a la justicia. Las contramedidas compuestas del país también han sido aclamadas por su gente, que realmente cree que su país es increíble.

Como Mao Zedong dijo hace unas décadas cuando finalizó la guerra de resistencia contra la agresión estadounidense y ayuda a Corea, "No hay nada que temer sobre al imperialismo de Estados Unidos. Es solo una cosa. Hemos ganado esta experiencia, esta experiencia es increíble". Luego señaló: "El pueblo chino está bien organizado ahora y nadie puede intimidar a China. Si alguien ofende a China, habrá problemas".