Un hombre vierte materiales reciclables en un contenedor del Bund, junto al río Shanghai, 30 de junio del 2019.
Práctica modelo
Mucho antes de que el reglamento entrara en vigor, muchos distritos en Shanghai habían iniciado un programa de clasificación de basura, y las buenas prácticas de los distritos piloto fueron reproducidas por toda la ciudad.
La eliminación de basura en un área designada durante un tiempo establecido es una práctica implementada en toda la ciudad por la Oficina Administrativa de Ornato Público de Shanghai.
En el 2017, Wang Cai fue contratado como monitor de clasificación de basura en Gaojing, distrito Baoshan, por una empresa local de saneamiento. En los últimos dos años, Gaojing ha seleccionado 10 barrios para pilotar la clasificación de basura. Wang fue uno de los primeros monitores asignados a estas áreas.
"En ese momento, teníamos que ordenar la basura colocada por los residentes en los contenedores y educarlos", recuerda. "En aquel entonces, la gente no era tan cooperativa, y algunos incluso se burlaban de nosotros y esgrimían una lógica absurda: “¿Por qué hay molestarse en ordenar la basura? Los residuos clasificados siguen siendo basura”.
"Les explicamos que la basura clasificada desde la base puede utilizarse de manera más eficiente: los desechos de la cocina pueden convertirse en abono, los residuales pueden generar electricidad, los materiales reciclables ahorran nuestros recursos naturales", afirma Wang.
Poco a poco, Wang se dió cuenta que las actitudes de las personas iban cambiando, especialmente en los meses posteriores a la aprobación de la ley. "Ahora la gente me ve como un experto y me pregunta sobre el tema. Y hasta me dedican elogios por mi trabajo. Nunca me he sentido tan orgulloso."
Además de los monitores de la empresa de saneamiento, los voluntarios locales también juegan un papel fundamental. Desde junio, Zhu Yinglei, jefe del Partido Comunista de China del Subdistrito Gonghe de la Aldea No. 3, y otros voluntarios locales han visitado los centros de recolección que se han habilitado en los vecindarios. El centro trabaja de 6:30 am a 8:30 am y de 6 pm a 8 pm.
Zhu verifica si los residentes han separado su basura correctamente, agregando que la buena relación entre los voluntarios y los residentes ayuda a las personas a cambiar su comportamiento y disposición ante los nuevos hábitos.
A principios de marzo, Zhu comenzó a reclutar voluntarios, pero nadie apareció.
“Había falta de confianza. Muchos pensaban que este nuevo programa de clasificación de basura sería algo de corta duración. Más tarde, algunos miembros del Partido Comunista de China tomaron la iniciativa y ahora tenemos 25 voluntarios, aunque todavía no es suficiente”, reconoce.
La logística de transporte también juegan un papel clave. Li Zhongjie, subdirector a cargo de Gaojing Environment Sanitation, asegura que están funcionando a plena capacidad. "Recibimos más y más contenedores con desechos de cocina", afirma Li, y añade que su empresa reclutará más empleados y utilizará camiones especiales para asegurar que la basura sea transportada por separado.
"Si los residentes ven que la basura clasificada está siendo vertida en un mismo camión, se desalentarán y el programa no llegará lejos", agregó.
Wang Yiqi, empleado de una empresa de tecnología de Internet con sede en Shanghai, precisó que aunque apoya el programa de clasificación de la basura desde el hogar, los horarios no están pensandos para personas como él, que viven solo y a menudo regresan a casa después de las 8 de la noche.
"Después de que la gente haya aprendido a ordenar su basura, espero que los horarios sean más flexibles ", afirmó.
Shanghai ha llevado a cabo una serie de actividades destinadas a capacitar. Las escuelas han organizado visitas al Museo de Tratamiento de Desechos Domésticos y las empresas han preparado actividades sobre la recolección de la basura. También las comunidades han organizado instructivas charlas.
El 21 de junio, Wu Peimin fue uno de los 1.000 empleados que participaron en el Día del Ciudadano Chino L'Oreal, dedicado a la clasificación de basura y a los viajes con bajas emisiones de carbono. Los participantes se dividieron en pequeños grupos y se les pidió que se movieran en transporte público hacia diferentes puntos de la ciudad y participaran de un juego para aprender sobre la clasificación de la basura.