Por Valentina Bastías Atias
SANTIAGO, 1 jul (Xinhua) -- Miles de turistas nacionales y extranjeros se han dado cita en las regiones de Atacama y Coquimbo, en el norte de Chile, para disfrutar mañana martes del eclipse total de Sol.
Tan entusiasmados como los astrónomos y científicos están los niños, jóvenes y adultos, a quienes el hecho ha despertado su interés por la ciencia y planteado sus inquietudes respecto de este fenómeno, que tardaría más de un siglo en producirse de nuevo en el mismo lugar.
Patricia Sánchez, de 54 años, viajó toda la noche desde Santiago a Coquimbo con su sobrino de cinco años, entusiasmada por ver un eclipse solar por primera vez y compartir el momento con su hermana, quien vive en la región del norte.
"Es algo que tal vez nunca vuelva a ver y estoy sorprendida de ver tanta gente interesada", dijo a Xinhua desde Coquimbo.
Contó que en la llamada "zona cero" del eclipse "se percibe un ambiente festivo" con muchos turistas nacionales y extranjeros, dando vueltas y disfrutando de todas las actividades organizadas en torno al fenómeno.
Se estima que ya han llegado a la zona alrededor de 150.000 personas y se espera que la cifra ascienda a 400.000, aunque el número podría aumentar, según ha señalado el gobierno regional de Coquimbo, región que concentra alrededor del 45 por ciento del astroturismo del país y que por primera vez enfrenta un evento de este tipo.
Las autoridades han duplicado las operaciones en los aeropuertos y reforzado los caminos y carreteras para evitar los llamados "cuellos de botella" en la ruta hacia el valle del Elqui, uno de los lugares más visitados del norte chico chileno y poseedor de los cielos más claros del hemisferio sur.
El eclipse total de Sol "es un privilegio y es motivo de celebración y encuentro", afirmó a Xinhua la astrónoma María Argudo Fernández, investigadora de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV).
Agregó que el fenómeno da pie para hablar sobre cómo afecta al Sol y a la vida terrestre, de acuerdo con la relación que tienen el Sol y la Tierra en términos biológicos y geológicos, por ejemplo.
Añadió que "los cielos chilenos son referentes en la astronomía mundial", lo que ha significado la instalación de algunos de los más importantes telescopios del mundo en la zona norte del país, los cuales suman más de 240.000 hectáreas de terreno dedicados en exclusivo a la observación astronómica.
Argudo comentó que "se ha podido acercar este evento a la ciudadanía de muchas formas. Los científicos y astrónomos han estado haciendo visitas a colegios y preparado charlas, al igual que muchos centros culturales y de divulgación científica".
En esta línea, recalcó la importancia de transmitir el conocimiento y quehacer científico entre la población más pobre, especialmente a niños, niñas y adolescentes, con el propósito de entregarles herramientas y oportunidades, y mostrarles que existen diversos caminos, entre estos, seguir una carrera científica.
"Que llegue una mujer astrónoma a contarles a niñas vulnerables sobre el eclipse que vivirán en su país es muy importante y provoca un gran impacto", señaló desde su experiencia la académica, quien destacó a Chile, dada su localización, como un país ideal para ejercer esta rama de la ciencia.
Chile tiene en la actualidad el 40 por ciento de la superficie colectora de telescopios ópticos e infrarrojos del mundo, además se calcula que para 2025 el país alcanzará el 70 por ciento de la capacidad de observación.
Tales características le otorgan a este eclipse total de Sol "otro cariz", además de decenas de opciones para disfrutarlo, como visitar algunos de los observatorios apostados en las regiones de Coquimbo y Atacama, que estarán abiertos al público con el objeto de hacer partícipe a la ciudadanía de este evento.
Los panoramas son diversos: se han programado charlas in situ, justo al pasar la Luna entre el Sol y la Tierra.
También se han acondicionado decenas de lugares para acampar, organizado celebraciones en torno al eclipse, observaciones guiadas por expertos y festivales musicales con motivo del fenómeno.
Los medios de comunicación locales anticipan hace meses la llegada de esta "fiesta de multitudes", que tendrá su momento de oscuridad a las 16:38 hora local (20:38 GMT) y se extenderá por dos minutos y 36 segundos.
La penumbra será total desde la localidad de Domeyko hasta el balneario de Guanaqueros, lo que ha colmado la capacidad hotelera entre dichas localidades.
Las autoridades incluso han pronosticado la saturación del suministro de datos móviles, por lo que se ha provisto de una red con mayor capacidad para la cobertura y transmisión digital del evento.
La distribución y venta de lentes certificados para la observación también se ha desatado, agotando gran parte de las unidades disponibles en Santiago y otras regiones, que podrán ver de manera parcial el eclipse, lo que ha provocado largas filas en el comercio para abastecerse de este producto para proteger los ojos.
Chile será el principal destino de turismo astronómico en 2019 y 2020, ya que dos eclipses solares tendrán lugar en el sur y norte del país, una zona desértica que cuenta con alrededor de 300 días despejados al año.
Ambos eclipses serán visibles de manera parcial en una amplia parte del hemisferio sur.