Abanico pintado. [Foto: Museo del Abanico]
En 1709, la Empresa Worshipful que hacía abanicos se incorporó en Londres bajo la Real Instrucción de la Reina Ana. Su propósito era ayudar a expandir el negocio de los abanicos locales. En ese período, muchos artistas decoraron abanicos y crearon magníficas obras de arte.
Más o menos al mismo tiempo, los artesanos franceses hacían abanicos utilizando bambú chino importado, plumas de avestruz, pergaminos, sedas, encajes y montaduras en marfil y nácar. París pronto se convirtió en el centro artesanal de los abanicos y lideró el gusto por su uso dentro de la realeza europea.