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Corea del Sur prevé incertidumbre a pesar de que Japón aprobó exportación de material para chips

SEÚL, 8 ago (Xinhua) -- El presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, indicó hoy que la incertidumbre duraría sobre las restricciones a las exportaciones de Japón a Corea del Sur a pesar de que Tokio aprobó el envío de un material para chips hacia Seúl desde el establecimiento de controles a las exportaciones impuestas a principios de julio.

Moon expresó durante una reunión del Consejo Asesor Económico Nacional de la Presidencia que a pesar de la primera aprobación de Japón, lo que no cambió fue el hecho de que "la incertidumbre sigue viva".

Los comentarios de Moon se produjeron después de que Japón permitiera este jueves el envío de la fotorresistencia ultravioleta extrema a Corea del Sur, según la Casa Azul, sede presidencial.

Este fue uno de los tres materiales sobre los cuales Japón endureció las regulaciones a principios de julio para frenar su exportación a Corea del Sur. Los tres materiales son cruciales para la producción de chips de memoria y paneles de visualización que son el pilar de las exportaciones de Corea del Sur.

Japón promulgó su decisión de eliminar a Corea del Sur de su lista blanca de socios comerciales de confianza, pero no impuso restricciones adicionales a los materiales exportados a ese país.

Moon dijo que necesitaba ver cómo actuaría Japón, pero señaló que su gobierno ha estado preparado para el peor de los escenarios desde que Japón impuso regulaciones más estrictas sobre los tres materiales.

El presidente prometió aprovechar las restricciones a la exportación de Tokio como una oportunidad para reducir la dependencia de las importaciones de Japón y expandir el desarrollo de piezas y materiales de cosecha propia, mientras continúan los esfuerzos diplomáticos para resolver el problema comercial con Japón.

Moon reiteró su posición de que la acción de Japón fue una "represalia económica" contra las decisiones de la corte superior de Corea del Sur que ordenó a algunas compañías japonesas a compensar a las víctimas de Corea del Sur que fueron forzadas a realizar trabajos forzados sin paga durante la colonización japonesa de la península de Corea (1910-1945).