BEIJING, 16 ago (Xinhua) -- Xinjiang, en el noroeste de China, necesita urgentemente educación y formación, pues mucha gente ha sido influenciada o controlada por el extremismo religioso, según un libro blanco publicado hoy viernes por la Oficina de Información del Consejo de Estado.
El terrorismo y el extremismo en Xinjiang tienen una larga historia. En un intento por dividir China, fuerzas separatistas y extremistas religiosos propugnaron el extremismo religioso y llevaron a cabo una serie de actividades terroristas. Durante años, el extremismo religioso siguió adentrándose en Xinjiang, lo que resultó en incidentes terroristas, dice el libro blanco, titulado "Educación y formación vocacional en Xinjiang".
De 1990 hasta el final de 2016, separatistas, extremistas religiosos y terroristas planearon y ejecutaron varios miles de actos terroristas como poner bombas, cometer asesinatos, envenenamientos, incendios, agresiones y revueltas en Xinjiang. Murieron muchos inocentes y varios cientos de agentes de policía en acto de servicio. Los daños patrimoniales fueron enormes.
Las actividades religiosas normales en Xinjiang han resultado gravemente alteradas, y figuras religiosas de bien han sido relegadas al ostracismo, perseguidas o asesinadas. El desarrollo económico y social de la región se vio perjudicado como consecuencia de esto, cuenta.
Influenciadas y controladas por el extremismo religioso, las mentes de muchas gentes han sido envenenadas hasta el punto de perder la capacidad de razonar y de pensar con sentido sobre sus vidas y la ley. Sin las necesarias medidas de intervención, no será posible que rompan las cadenas del extremismo religioso, regresen a sus vidas normales y mejoren sus perspectivas de un futuro mejor, afirma el texto.
Ante este grave y complejo problema, Xinjiang ha defendido el principio de encarar tanto los síntomas como las causas de origen en su lucha contra el terrorismo y el extremismo, perseguir duramente los crímenes terroristas graves mientras educar y rehabilitar a gente influenciada por el extremismo religioso e involucrada en infracciones leves de la ley, señala.
De acuerdo con la ley, Xinjiang ha establecido centros de educación y formación vocacional en respuesta a una serie de necesidades urgentes: frenar los frecuentes incidentes terroristas, erradicar los semilleros de extremismo religioso, ofrecer empleo e incrementar los ingresos así como, sobre todo, salvaguardar la estabilidad social y la paz a largo plazo, dice el documento.