Consumir de forma consciente y en clave solidaria: nuevo grado y dimensión del comercio chino en línea

Pueblo en Línea  2020:04:29.15:32

Foto: capturada de Weibo

Por Yasef Ananda

Los internautas chinos han prometido "subir de peso 1,5 kilogramos en beneficio de Hubei". Bienvenida la transmisión de video en vivo a través de plataformas digitales de venta masiva minorista, basadas en Internet y con características chinas.

Junto a la esperada noticia de que China "ha alcanzado un hito significativo en su batalla contra la epidemia y el número de infecciones por transmisión local en todo el país ha caído por debajo de los 100 casos", la iniciativa de acción cívica "Comprando en Hubei" irradia y esperanza.

Los analistas nacionales han señalado que el éxito de "Comprando en Hubei" no puede simplemente explicarse mediante teorías económicas porque va mucho más allá de cualquier política bien planteada de estímulo al comercio. Para ellos, su extraordinaria fuerza reside en la sintonía de la capacidad de sentir como nación y la atinada responsabilidad individual, grácil equilibrio que se nutre de la savia tradicional de la propia cultura china.

Pero, ¿que significa en la China de hoy "comprar en Hubei"? Verificar un nuevo grado de dimensión en la misión y objeto social del comercio en línea: consumidores que de forma consciente y en clave solidaria adquieren bienes y servicios que puedan favorecer la recuperación de zonas económicamente afectadas por la epidemia, actuando a favor de sus residentes y del tejido productivo-empresarial que los sostiene.

Un reportaje, recientemente publicado en Pueblo en Línea, precisa que "Comprando en Hubei" se inició el 6 de abril con la transmisión de video en vivo a través de Internet del conocido comerciante chino Li Jiaqi. Él, junto con el presentador de noticias de televisión Zhu Guangquan, inició una sesión de transmisión de video en vivo a través de Internet para vender productos de Hubei. Cerca de 11 millones de personas siguieron la transmisión que ayudó a vender más de 40 millones de renminbi en productos de Hubei. Todo ocurrió en cuestión de horas. Cabe preguntarse... además del evidente patriotismo manifiesto y la nueva dimensión de la misión y objeto social del comercio minorista de grandes cifras, ¿qué placer o fascinación confluye desde este nuevo escenario para hacer discurrir con mayor nitidez hacia los grandes objetivos? Bienvenida la transmisión de video en vivo a través de plataformas digitales de venta minorista, basadas en Internet. Una vez más la tecnología se impone como la aliada contemporánea que amplifica el calor del noble gesto y permite la masiva inmediatez del pensar, sentir y hacer como una preciosa unidad de resultado tangible.

Un enigmático proverbio asiático nos recuerda que "cuando las arañas se unen pueden atar a un león". China ha demostrado estar preparada en infraestructuras de telecomunicaciones y ancho de banda como el prometedor 5G, número de usuarios (840 millones, de los cuales el 90 por ciento utiliza teléfonos móviles), numerosas aplicaciones digitales (ventas totales en línea por valor de 10,63 billones de renminbi), seguridad cibernética (600 millones de clientes utilizan métodos de pago en línea), tarifas asequibles y un amplísimo radio de entrega nacional (400.000 empresas de logística con 50 millones de repartidores). Desde el espacio virtual hoy se generan riquezas, servicios y facilidades que benefician a la vida y economía reales. Desde hace algunos años, este cambio de paradigma se hace mucho más notable en el campo profundo y las zonas rurales empobrecidas. Esta fuerza del gigante asiático ha pasado su prueba de fuego durante los confinamientos y la solicitud de quedarse en casa que millones de personas respetaron como medida de distanciamiento social en la lucha contra el azote del nuevo coronavirus.

Como los modelos de negocios en línea-fuera de línea vinculados al nuevo texto espectacular (comunicar mediante vídeo en directo como parte de una gran familia que la pasa bien cuando sale a realizar alguna actividad) estaban bien desarrollados, no se hizo esperar la llegada de la promoción de ventas masivas bajo esta auspiciosa cadena de contagios que crece gracias a la fidelidad de la empatía. Una sesión protagonizada por el presentador de noticias de televisión Ouyang Xiadan y el actor Wang Zulan, logró reunir 122 millones de espectadores y vender un estimado de 40,14 millones de renminbi (5,69 millones de dólares estadounidenses) en aproximadamente dos horas. Asimismo, se ha informado que la hábil promotora comercial Viya y la afamada actriz de Hubei, Wu Qian lograron 127 millones de espectadores y han ayudado a vender productos por valor de 61 millones de renminbi.

La solidaridad, como uno de los valores humanos por excelencia, y entendida como la colaboración mutua entre individuos que enlazados por sentimientos e ideales persiguen lograr causas justas que buscan transformar una realidad adversa en su mejor versión posible, ha sido el núcleo de la masividad en la convocatoria. Mientras que la transmisión de video en vivo a través de aplicaciones digitales instaladas en teléfonos inteligentes con Internet móvil es el epicentro que permite la comunicación inmediata entre los anfitriones (promotores comerciales) y sus amigos-seguidores (clientes). A esta dialéctica "in progress", se une la facilidad de una compra digital segura e inmediata y una garantía en la transferencia rápida y eficiente del umbral "en línea"-"fuera de línea" (transporte, entrega, disfrute del bien adquirido). Todo esto ejerce una determinante suma de factores para que el ciclo respire y fluya en espiral ascendente.

Al recibir este apoyo desde millones de ciudadanos del país, los funcionarios públicos, dirigentes políticos y directivos de empresas de Hubei comenzaron a redoblar sus esfuerzos. Por eso no es extraño que se hayan reportado sesiones de transmisión de video en vivo a través de Internet para vender productos que han sido protagonizadas por secretarios locales del Partido Comunista de China, alcaldes y jefes de aldeas de Hubei. Podría indicarse como un nuevo tipo de streaming comercial con características chinas.

Esta convergente multiciplicidad de factores, que de forma espontánea aforan "Comprando en Hubei", contrasta con la interpretación del filósofo italiano Giorgio Agamben cuando propone que la pandemia podría significar la abolición del prójimo y la extinción de la solidaridad dentro de un círculo vicioso que el Estado aprovecharía para aumentar su poder sobre nosotros.

En tiempos díficiles, es de miserables y débiles pasar por alto las necesidades del prójimo. Buscar aprovecharse, es de desalmados.

Muchos internautas chinos han prometido "subir de peso tres jin [1,5 kilogramos] en beneficio de Hubei", comprando alimentos de esa provincia, reconocida por sus delicias agroalimentarias y gastronómicas.

Creo que tienen razones de peso para engordar con alegría. Las grandes oportunidades para ayudar a los demás rara vez están a nuestro alcance, pero las inmediatas y pequeñas que dependen de nosotros, esas nunca nos faltarán.