Zhang se enfrentó a Jedrzejczyk en Singapur el domingo. [Foto/Agencias]
Camino a la gloria
Nacida de padres que eran trabajadores de una mina de carbón en Handan, provincia de Hebei, Zhang fue enviada a una escuela deportiva para entrenar en sanda, o kickboxing chino, cuando tenía 12 años, debido a su naturaleza inquieta y su interés en el kung fu.
A pesar del duro entrenamiento y las condiciones de vida en la escuela, donde solo había unas 20 niñas entre 300 estudiantes, Zhang perseveró y sobrevivió, desarrollando su fuerza física y mental que la llevó a reclamar una sucesión de títulos provinciales después de cumplir 14 años.
Sin embargo, la situación subdesarrollada de los deportes de combate en China en ese momento se alejaba mucho del negocio comercial actual que brinda contratos lucrativos y oportunidades constantes de lucha, con transmisiones de televisión y cobertura de transmisión en vivo.
Las perspectivas sombrías obligaron a Zhang a decidir sobre otras opciones de carrera cuando se graduó de la escuela en 2010. En solo dos años, cambió de trabajo de maestra de guardería a entrenadora física e incluso a guardia de seguridad hasta que conoció a su mentor a largo plazo. Cai Xuejun, fundador del Black Tiger Fighting Club en Beijing y uno de los primeros promotores de MMA en China.
Guiada por Cai en su club, Zhang renunció a su trabajo en un gimnasio para concentrarse completamente en convertirse en una atleta profesional de MMA agregando ejercicios de agarre, lucha libre y jiujitsu brasileño a su ya excepcional habilidad de kickboxing.
Después de algunas peleas que se promocionaron a nivel nacional, en las que construyó un récord convincente, en 2018, Zhang obtuvo un contrato del UFC, una de las organizaciones de MMA más grandes del mundo, alcanzando el estrellato internacional al año siguiente y sin mirar atrás.
Ahora que Zhang encabeza la expansión de UFC en China, y un grupo de sus compatriotas más jóvenes se unen para pelear en todo el mundo, las MMA están logrando avances más profundos en la nación, donde siempre ha existido un interés por las artes marciales, subrayado por películas de acción protagonizadas por estrellas del kung Fu como Bruce Lee y Jackie Chan.
Kevin Chang, vicepresidente de UFC para Asia, dio crédito a Zhang por abrir casi sin ayuda las puertas al mercado sin explotar más grande para los deportes de combate.
"Ha sido fenomenal", dijo Chang al China Daily el año pasado. "Weili es la estrella del norte y una gran inspiración para todas nuestras luchadoras en China. No hay duda de que ella ha entrado en la conciencia colectiva en Asia".
Chang dijo al sitio web de Forbes en otra entrevista: "Verla regresar de su última derrota ante Rose (Namajunas), que es la mejor del mundo... y luego ver las mejoras que Zhang Weili hizo en su juego... ella realmente ha subido de nivel hasta situarse entre las mejores del mundo.
"Creo que lo siguiente para ella será seguir trabajando para mejorar. Tenemos plena fe y confianza en que podrá hacerlo".
Para igualar el impacto de Zhang, UFC ha invertido en un número cada vez mayor de instalaciones y recursos para buscar y desarrollar talentos locales en China, inscribiendo a 27 luchadoras, incluidos algunas que se han retirado.
Para anclar su programa de cultivo de talentos en China, UFC abrió su Performance Institute en Shanghai en junio de 2019, además de una instalación similar que tiene en Las Vegas. El instituto de Shanghai, que ocupa 8.600 metros cuadrados, ofrece a las atletas chinas prometedoras una variedad de servicios de entrenamiento físico, desarrollo de habilidades y rehabilitación, así como servicios como alimentos dietéticos y cámaras de crioterapia para la recuperación.
 |  |
