Un funcionario de la ONU en Líbano condenó hoy con energía los ataques contra las fuerzas armadas libaneses y la violencia en la ciudad de Arsal y sus alrededores en la zona nororiental del país cerca de la frontera con Siria.
Ross Mountain, coordinador especial interino de la ONU en Líbano, señaló que estos ataques condujeron a la muerte, lesiones y captura de soldados y miembros de las fuerzas de seguridad y dejaron víctimas civiles y lesionados, dijo a los reporteros en conferencia de prensa en la ONU la vocera adjunta, Vannina Maestracci.
La ONU está comprometida con la estabilidad y seguridad de Líbano, dijo Maestracci, quien agregó que el enviado reitera el firme apoyo de la ONU a las fuerzas armadas libaneses y a las fuerzas de seguridad en Líbano en sus esfuerzos por alcanzar este objetivo.
Las tensiones se intensificaron el sábado en Arsal cuando sirios armados y enmascarados se infiltraron en Líbano después de que el ejército libanés anunció el arresto de Imad Ahmed Jomaa, un presunto integrante del Frente al-Nusra, afiliado sirio de Al Qaeda.
Según informes, dieciséis soldados libaneses han muerto en los enfrentamientos entre las fuerzas nacionales y los militantes. Al menos seis civiles han muerto en los combates.
El gobierno local estima que cerca de 3.000 familias de Arsal han sido desplazadas hasta el momento.
Se cree que la ciudad de Arsal alberga a 100.000 refugiados sirios. Cerca de 12.000 nuevos refugiados sirios entran a Líbano cada semana y se espera que su número se eleve a 1,5 millones para fin de año, cifra que representa una tercera parte de la población libanesa, se indicó en cifras de la ONU.