Líbano está movilizando a todas sus fuerzas políticas y agencias de seguridad para combatir en la localidad nororiental de Arsal a militantes sunitas presuntamente procedentes de Siria, ahora que el país enfrenta una "flagrante agresión", anunció hoy el gobierno.
"La única forma de salir del enfrentamiento actual radica en la retirada de los terroristas de Arsal", dijo el primer ministro libanés, Tammam Salam, después de una reunión ministerial de emergencia.
"Líbano enfrenta una flagrante agresión contra su soberanía y su seguridad a manos de grupos terroristas, los cuales se atrevieron a atacar la dignidad del ejército y a ejecutar un complot para paralizar el Estado y sembrar el caos en Arsal y sus alrededores".
Las autoridades libanesas han enfrentado dificultades para contener la violencia que se ha propagado hacia su región fronteriza del nororiental a causa de la guerra civil en Siria.
El sábado se desataron los enfrentamientos en Arsal entre el ejército libanés y hombres armados presuntamente de Siria que atravesaron hacia la localidad fronteriza luego del arresto de Imad Jomaa, un nacional sirio acusado de ser un iimportante líder del Frente al- Nusra, división siria de Al Qaeda.
Tras el arresto, hombres armados rodearon los puestos del ejército antes de dispararle a los soldados.
De acuerdo con un comunicado emitido hoy por el ejército, 14 soldados han muerto y 86 han resultado heridos desde el inicio de los enfrentamientos, además de que 22 tropas están desaparecidas.
El mando militar también señaló que al menos tres civiles fueron asesinados por los hombres armados y agregó que se está buscando a los militares desaparecidos.
El ejército sigue persiguiendo a los extremistas restantes en las afueras de Arsal y envió refuerzos a sus puestos de avanzada.
"Las unidades militares están persiguiendo a los grupos armados que todavía atacan a soldados y civiles desarmados en esa localidad", agregó el comunicado.
"No habrá benevolencia para los terroristas, ni arreglos con quienes violaron el territorio libanés y no habrá soluciones políticas con los 'takfiris'", dijo Salam en referencia al término árabe usado comúnmente en Líbano que acusa a los militantes sunitas de ser "no creyentes".
El primer ministro advirtió que los terroristas quieren exportar "sus prácticas enfermas a Líbano".
"La única solución es su retirada de Arsal y sus alrededores y el regreso del Estado con todas sus agencias a esta querida región", añadió el primer ministro.