Las disputas por los asientos reclinables en los vuelos aéreos |
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EEUU.,04/09/2014(El Pueblo en Línea)-El cada vez menor espacio disponible en la clase turista de los aviones ha desatado una verdadera "pelea por el derecho a estirar las piernas" en Estados Unidos, con tres incidentes que han obligado a desviar vuelos debido a disputas entre pasajeros debido a los asientos reclinados.
Inclinar o no su asiento "es un tema de debate desde hace años", precisa Sarah Schlichter, redactora jefe de la guía de viajes Independent Traveler. "Pero lo que acaba de suceder evidencia que los clientes ya no están satisfechos con la calidad de su viaje a bordo de los aviones", agregó.
El último incidente tuvo lugar el lunes por la noche en un vuelo de Delta que iba del aeropuerto de La Guardia en Nueva York a West Palm Beach (Florida) y que debió aterrizar en Jacksonville debido a que Amy Fine, una estadounidense de 32 años, denunció que tenía su cabeza apoyada en la mesa plegable de la parte trasera del asiento cuando la persona que viajaba delante reclinó la butaca y ella se golpeó en la frente.
Amy Fine y la "agresora" comenzarona discutir. Un sobrecargo se acercó para intentar calmarla, pero esto sólo logró enfurecerla más y exigir que el avión aterrizase de inmediato. La tripulación, que rechazó esa exigencia en un primer momento, debió ceder que ya que la mujer comenzó a agitar las manos y mostrarse agresiva.
Unos días antes en un viaje Miami-París ocurrió otro caso. Un francés furioso porque la pasajera que iba en el asiento delantero reclinó demasiado el respaldar, obligó a desviar el vuelo hacia Boston, donde fue desembarcado y acusado de obstaculizar a la tripulación. Edmond Alexandre, un parisino de 61 años, habría alzado la voz y habría seguido por el pasillo a un miembro de la tripulación que intentó calmarlo, lo que motivó la intervención de un vigilante de seguridad a bordo que lo dominó y esposó.
El primer incidente tuvo lugar el 24 de agosto, en un vuelo de United Arlines que iba de Newark (Nueva Jersey) a Denver, pero tuvo que ser desviado hacia Chicago. Dos personas se pelearon a bordo después de que una de ellas impidiese a la otra reclinar el asiento utilizando un pequeño accesorio especial.
El aparato en cuestión, llamado "protege-rodillas", está compuesto por dos pinzas que se colocan en los brazo de la tablita reclinable y que impiden reclinar el asiento.
El invento, que cuesta unos 22 dólares, "se vende cada vez más desde hace dos o tres años", afirmó su creador, Ira Goldman.
Una investigación ha demostrado que las compañías aéreas redujeron el espacio entre pasajeros en la clase turista para dar más lugar a las clases primera y business, que pagan un billete más caro.
Para los vuelos de larga distancia un asiento medía casi 46 centímetros en los años 1970 y 1980 y ahora se sitúa en algo más de 43 cm. Sin embargo, un asiento de tren estadounidense mide 52 cm y una butaca de cine llega a los 63 cm.
Para remediar parte del problema, algunas compañías como EasyJet o Ryanair eliminaron los asientos reclinables en los vuelos de corta distancia.