El gobierno brasileño negó hoy las informaciones surgidas en los últimos días según las cuales impide el acceso al país a inmigrantes africanos por la Amazonia, ante el temor de que puedan ser portadores del virus del ébola.
En un comunicado, la Policía Federal aclaró que la atención al control migratorio en el estado de Acre funciona normalmente y que no hay ninguna orden para restringir el acceso de africanos a territorio nacional.
En los últimos días, medios de comunicación brasileños denunciaron que agentes de la Policía Federal, encargada de controlar las fronteras del país, bloquean a inmigrantes procedentes de África en el estado de Acre, en la frontera con Perú y Bolivia, por temor a infectarse de ese virus que ha provocado la muerte de 2.288 en ese continente.
La Policía Federal anunció que adoptará las medidas disciplinarias necesarias, en caso de que constate que alguno de sus agentes ha incurrido en "irregularidades" en la atención de los inmigrantes africanos.
El estado amazónico de Acre, en la región oeste del país, se ha convertido en los últimos años en la principal puerta de entrada a Brasil de miles de inmigrantes haitianos y de países africanos que buscan refugio y trabajo en la mayor economía de América Latina.
Los inmigrantes llegan a Brasil tras largos viajes clandestinos por países como Panamá, Ecuador, Perú y Bolivia, antes de llegar a la frontera brasileña, en donde las autoridades locales les ofrecen alimentación y alojamiento mientras regularizan su situación en el país y los envían a ciudades en las que les ofrecen trabajo.
La llegada masiva de inmigrantes ha provocado que las ciudades fronterizas se vean desbordadas al no poder atender todas las necesidades sociales y humanitarias de los recién llegados.
En los últimos días, sin embargo, surgieron denuncias de algunos inmigrantes africanos, especialmente los procedentes de Senegal, Nigeria y Sierra Leona, tres de los países castigados por la epidemia de ébola, de ser víctimas de discriminación al intentar atravesar la frontera.
La prensa local denunció que algunos de los agentes de la Policía Federal que trabajan en la aduana en Acre han amenazado hasta con declararse en huelga, por el temor a tener que atender posibles portadores del virus del ébola.
El gobernador de Acre, Tiao Viana, solicitó apoyo del gobierno federal de Brasil, debido a que existe un riesgo epidemiológico en esa región amazónica por tener en el estado un clima similar al de África.
Según datos de la Policía Federal, mientras que en el año 2000 vivían en Brasil 1.054 inmigrantes africanos de 38 nacionalidades, ese número saltó en 2012 a 31.866 ciudadanos de 48 de los 54 países de África.
La mayoría procede de países de lengua portuguesa, como Angola y Cabo Verde, con 11.027 y 4.257 ciudadanos respectivamente hasta 2012.