Por Li Li
DUSHAMBE, 11 sep (Xinhua) -- Los líderes de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) están reunidos este jueves y viernes en Dushambé, capital de Tayikistán, para una cumbre que tiene como objetivo trazar el curso del desarrollo del grupo regional en la próxima década.
Se espera que los líderes aprueben una serie de documentos legales para allanar el camino para la esperada expansión de la OCS e inyectar nuevo vigor en el futuro desarrollo del grupo, así como impulsar su influencia en la arena internacional.
Este anticipado logro demostrará al resto del mundo que la OCS es una plataforma verdaderamente abierta e igualitaria para la salvaguardia de la paz y el desarrollo regionales, en lugar de una "alianza militar" exclusiva y ambiciosa liderada por China, tal y como la han descrito algunas potencias occidentales.
El hecho de que la OCS lleve el nombre de una ciudad china ya insinúa que China, la segunda mayor economía del mundo, desempeña un papel de líder en el grupo.
No obstante, Occidente debe recordar que el liderazgo no es sinónimo de dominio. Todos los miembros de la OCS comparten derechos iguales en el bloque y se han reunido bajo un mismo techo durante años para esforzarse por su aspiración común de paz regional, desarrollo común y un orden internacional más equilibrado.
"Los miembros de la OCS han creado un nuevo modelo de relaciones internacionales: asociación en lugar de alianza", escribió el presidente chino, Xi Jinping, en un artículo publicado en un periódico tayiko en vísperas de su asistencia a la cumbre de la OCS.
Fundada en 2001, la OCS agrupa a China, Kazajistán, Kirguizistán, Rusia, Tayikistán y Uzbekistán, cubriendo alrededor de tres quintos de la masa de tierra de Eurasia y representando un 14,9 por ciento de la producción económica global.
Al comienzo, estos vecinos de Eurasia se unieron por su misión compartida de enfrentarase a la grave situación de seguridad en esta región.
El noroeste de China y parte de Asia Central están preocupadas por "las tres fuerzas malignas" (terrorismo, separatismo y extremismo). El tráfico de drogas y el crimen trasnacional organizado están desenfrenados en Afganistán y Pakistán. Una serie de otras amenazas no convencionales han surgido en campos como las finanzas, la información, la alimentación y la protección medioambiental.
A lo largo de la pasada década, los miembros de la OCS han realizado esfuerzos concertados en el marco de esta organización para hacer frente a las crecientes amenazas y desafíos a la seguridad a través de la creación de agencias antiterroristas trasnacionales y la celebración de más de 10 ejercicios multinacionales, entre otras medidas.
Hoy en día, como sus intereses estratégicos devienen crecientemente ligados e interconectados, los miembros de la OCS han visto su cooperación, con la economía y la seguridad como las "dos ruedas", ampliada y diversificada significativamente.
China, que casi multiplicó por diez veces su comercio con otros miembros de la OCS entre 2001 y 2011, ha elaborado una serie de conceptos estratégicos para el desarrollo común, entre ellos la construcción del Cinturón Económico de la Ruta de la Seda, que beneficiará a los seis miembros de la organización y a los cinco observadores: Afganistán, la India, Irán, Mongolia y Pakistán.
Frente a los cambios contantes en el panorama internacional y regional, los miembros de la OCS se han convertido en los patrocinadores de la paz regional y en socios para el desarrollo común, y están destinados a jugar mayores papeles y asumir mayores responsabilidades en el futuro cercano.