El vicepresidente de Venezuela, Jorge Arreaza, supervisó este miércoles la reactivación de la planta de productos de limpieza Clorox, la cual había sido cerrada por sus dueños violando las normativas que establecen las leyes del país suramericano.
La fábrica fue puesta en marcha por sus propios trabajadores luego de varias semanas en paro total, una decisión que según el gobierno venezolano, obedece más que a cuestiones de rentabilidad económica a maniobras desestabilizadoras de la derecha nacional e internacional.
En breves declaraciones a la prensa, Arreaza aseguró que el gobierno del presidente Nicolás Maduro va a "regularizar" el estado de abandono en el que quedó esta empresa propiedad del consorcio norteamericano Clorox y reiteró el apoyo a los trabajadores que toman las riendas de la producción luego de ser despedidos sin previo aviso a través de un mensaje de voz.
"Hoy hicimos algunas corridas de máquinas y vamos a regularizar todas las situaciones en aproximadamente dos semanas. Hay una situación de abandono patronal, es de verdad dantesco, abominable pero les aseguro que los trabajadores de Clorox junto al gobierno vamos a garantizar el suministro a nuestro mercado interno de todos los rubros que esta planta produce", sentenció.
El vicepresidente de la nación suramericana apuntó que esta decisión del Ejecutivo está respaldada por las leyes venezolanas y no son parte de expropiaciones a empresas privadas como ha pretendido validar la oposición.
"Aquí se ha cumplido la ley, incluso salió un comunicado en la prensa donde está claramente establecido, para que no vaya a salir la burguesía a decir que aquí vinimos a expropiar o a violentar los derechos. No, nosotros aquí vinimos por la razón exclusiva de que hay un abandono de los patronos, un paro patronal", sentenció.
Asimismo relató que los trabajadores fueron quienes solicitaron la intervención del Estado al ser víctimas de un despido masivo, lo cual según la actual Ley del Trabajo, viola el derecho a la estabilidad laboral, uno de los principales derechos reconocidos por el gobierno venezolano con el que cuenta la clase obrera.
"A ellos les dijeron que el miércoles no vinieran a trabajar porque iban a instalar unos sistemas de seguridad. Seguridad la que le estaban robando a ustedes, seguridad social, la seguridad de sus familias, la seguridad de su futuro", exclamó Arreaza al dirigirse a los obreros.
El dirigente político informó además que la fábrica tiene capacidad para producir diariamente 9 mil cajas de cloro Nevex, sin embargo, los patronos limitaban la producción a solo 3 mil 500, lo que a su juicio demuestra la complicidad de los dueños de esta transnacional con la denominada "guerra económica" denunciada por las autoridades gubernamentales.
En este sentido Arreaza señaló que el Ejecutivo, a través de la Corporación Petroquímica de Venezuela (Pequiven), garantizará todos los insumos como gas cloro, soda cáustica y polietileno, necesarios para la producción de los rubros elaborados por Clorox.
El 26 de septiembre pasado, el gobierno ordenó la ocupación de la planta de la corporación en Venezuela, en respuesta a la solicitud efectuada por los trabajadores quienes alegaban ser víctimas de un cierre patronal ilegal efectuado el 19 de ese mismo mes.
La medida de ocupación, contemplada en las leyes del país, tiene como fin el reinicio de las actividades productivas de la compañía fabricante de productos de limpieza, para lo cual se conformó una Junta Administradora Especial.
Posteriormente Arreaza también visitó la planta Venoco, ubicada en el central estado Carabobo y aseguró que la misma opera con total normalidad garantizando la producción de todas las mercancías, tales como lubricantes, aditivos, fluidos para frenos, aceites para motor a gasolina y diésel, desmoldeantes y protectores anticorrosivos.
El 17 de septiembre de este año, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) publicó el dictamen donde ratificó la decisión de expropiación de Industrias Venoco, tomada en 2010 por el presidente Hugo Chávez.
Con esta resolución, el gobierno y los trabajadores de la fábrica asumieron el control de la misma, responsable de la producción y distribución del 40% del aceite de motor que demanda el mercado automotriz venezolano.