Mantener el acuerdo de cese al fuego en las regiones conflictivas del este de Ucrania es un proceso positivo y Moscú apoya cualquier esfuerzo para hacerlo sostenible, declaró hoy el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov.
"Continúa la acción práctica y los contactos con las partes en conflicto con el fin de descartar completamente la reaparición (de la violencia)", señaló Lavrov después de sostener conversaciones con su homólogo venezolano Rafael Ramírez.
Rusia ha proporcionado la asistencia de expertos para separar a las partes en confrontación en las regiones orientales ucranianas de Donetsk y Lugansk.
Al mismo tiempo, el diplomático restó importancia a la posibilidad de que continúen los intercambios de disparos entre tropas del gobierno de Ucrania y grupos milicianos que buscan la independencia regional.
La tregua "nunca se establece de inmediato en ningún conflicto", expresó Lavrov, citado por la agencia de noticias Interfax.
El ministro ruso indicó que los esfuerzos de Moscú para facilitar el cumplimiento de los acuerdos de cese al fuego en Ucrania no pretenden ganar la indulgencia de Occidente.
"La suspensión de sanciones ilegales es un problema de quienes las han impuesto... nosotros no elegimos ese camino", sostuvo.
El canciller calificó como "inaceptables" los intentos para utilizar frases antiterroristas con el objetivo de buscar el cambio de régimen, ya sea en Siria, Venezuela, Rusia o en cualquier país europeo.
"Rusia y Venezuela defienden la supremacía de la ley en los asuntos internacionales y están en contra de los intentos de imponer a los países los modelos extranjeros, especialmente a través de golpes de Estado", señaló.
Algunos políticos occidentales odian a Rusia tanto que están dispuestos incluso a sacrificar los intereses comunes de la comunidad internacional con tal de castigar a Moscú, añadió Lavrov. El ministro calificó a esas conductas como "malignas" y subrayó que quienes impulsan esa política en Occidente siguen siendo minoría.