Por Sandra Hernández
MEXICO, 10 dic (Xinhua) -- Recorrer entre 4.000 y 4.500 kilómetros a través de tres países sin más ayuda que el organismo propio parece un reto difícil, pero lo es más si quien lo realiza es un ser que apenas pesa medio gramo y mide entre 8 y 12 centímetros: la mariposa monarca.
Al final del otoño, una densa nube naranja se desplaza en un vuelo grácil y ligero desde las Montañas Rocosas, en el sur de Canadá, pasando por territorio de Estados Unidos hasta llegar a los bosques que componen la Reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca en los estados de México y de Michoacán, en el centro de México.
Naturalmente, es muy difícil determinar con precisión cuántas mariposas monarca realizan la gran migración, por eso su número se calcula a partir de la superficie que ocupan. En Canadá y Estados Unidos, las mariposas despliegan sus colores en una superficie de tres millones de kilómetros cuadrados. En México se concentran en una extensión de apenas 500 km cuadrados donde las mariposas se acomodan en tupidos racimos que cuelgan de miles de árboles.
Tal parece que la mariposa monarca sigue patrones hereditarios que le permiten recorrer la misma ruta y llegar al mismo lugar al que han arribado millones de sus antecesoras durante miles de años. Los científicos consideran que el comportamiento migratorio de esta mariposa es el más evolucionado entre los insectos.
Las mariposas no pueden sobrevivir a los climas extremadamente fríos, por eso cada año, a partir de noviembre, vuelan hacia zonas más cálidas cuyo ambiente favorece su hibernación y reproducción. Lo más sorprendente es que terminado este periodo, en marzo, millones de mariposas emprenden el vuelo de regreso al sitio del que partieron para finalizar su ciclo y dar paso a la nueva generación.
Pese a su aparente fragilidad, las monarcas pueden realizar su recorrido después de sortear una serie de riesgos.
VIAJE LLENO DE PELIGROS
La mariposa monarca logra llegar a su destino, tras recorrer medio continente, en cerca de 35 días, después de volar unos 120 kilómetros diarios.
Sin embargo, durante su viaje de ida y vuelta tiene que enfrentar desde depredadores naturales, clima adverso, insuficiencia de alimento para los millones de mariposas, agua contaminada, plantas cubiertas de pesticidas, hasta la desaparición de los bosques donde pasa el periodo de hibernación y se reproduce.
En el invierno de 2013, se registró un desplome en el número de mariposas que llegaron a los bosques de oyamel en el centro de México. Se calcula que a diferencia de los mil millones de ejemplares que habían visitado la zona en los años anteriores, en la temporada invernal pasada sólo lo hicieron 33 millones.
Ese fue el nivel más bajo desde 1993, cuando se empezaron a realizar los registros en los lugares de arribo. Es decir, que en cerca de 20 años, la población de mariposas sufrió un desplome de 90 por ciento.
Algunos especialistas consideran que se trata de un fenómeno transitorio. Para otros es preocupante porque implica el riesgo de desaparición de la mariposa monarca y de su fantástico ciclo migratorio.
Investigadores de varias universidades de Estados Unidos realizaron la secuencia genómica de 101 mariposas monarca de todo el mundo. A través de ese estudio descubrieron que con el paso del tiempo y a causa de diversos factores, el comportamiento migratorio de algunas especies de monarca se ha perdido. Lo que podría suceder con las mariposas que vuelan a lo largo de tres países de América del Norte si las condiciones para una migración exitosa se siguen deteriorando.
El Centro para la Diversidad Biológica y el Centro para la Seguridad Alimentaria de Estados Unidos advirtieron que el descenso en el número de mariposas monarca se debe principalmente a la producción masiva de cultivos modificados genéticamente (MG) en el Medio Oeste estadounidense, donde nace la mayoría de las mariposas monarca.
Esos cultivos son rociados con un herbicida que mata al algodoncillo, una planta que es el único alimento de las orugas de la mariposa, pero que a los cultivos MG no les hace nada. El uso de ese pesticida prácticamente ha acabado con el algodoncillo en los campos de maíz y de soya estadounidenses.
Además de ese gran peligro, el cambio climático, que ha generado en ocasiones un descenso o ascenso drásticos de la temperatura, también representa una amenaza para las monarcas. La sequía provocada por el calentamiento global constituye una dificultad adicional para estos insectos porque en los descansos a lo largo de su trayecto, aprovechan para beber agua, pero si no hay, su resistencia se ve minada.
Otro factor que ha influido negativamente en el hábitat de la mariposa multicolor en su destino de hibernación es la tala ilegal a pequeña y gran escala. En un estudio realizado durante 11 años, de 2001 a 2012, por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y por el Instituto de Geografía de la UNAM, se descubrió la deforestación de 2.179 hectáreas de bosque en el centro de la Reserva de la Monarca.
Las inundaciones, vientos extremos, sequías e incendios se suman a los factores que afectan el espacio donde la mariposa monarca descansa, recobra fuerzas, se reproduce y se prepara para emprender su largo camino de regreso.
MARAVILLA DE LA NATURALEZA
Aunque todavía quedan por descubrir muchos secretos de la mariposa monarca, lo que se sabe de ella es fascinante.
Durante un año, nacen cuatro generaciones de mariposas monarca. Tres de ellas viven en la temporada de primavera y verano y su periodo de vida es muy breve, de aproximadamente un mes. Sin embargo, la cuarta generación, la que realiza la gran migración, puede vivir entre ocho y nueve meses. Es el tiempo justo que necesita para emprender el vuelo de ida y vuelta por medio continente.
De acuerdo con una investigación de especialistas en evolución publicada en octubre de este año en la revista "Nature", la mariposa matusalén, como se conoce a la que vive varios meses, logra su misión gracias a algunas características especiales. Entre ellas están un mayor desarrollo muscular, un metabolismo más eficiente y un menor consumo de oxígeno, lo que les permite volar largas distancias.
En el periodo de hibernación, de diciembre a febrero, las mariposas que se alojan en los bosques mexicanos no comen nada, sólo bajan a tomar agua. En marzo, el santuario de las mariposas cobra vida cuando las monarca realizan su ritual de apareamiento.
Una vez cumplido su periodo de reproducción emprenden el vuelo de regreso, depositan sus huevecillos en los campos estadounidenses y se dirigen a Canadá, adonde llegan a morir.
FUENTE DE INSPIRACION CREATIVA
Además de su valor para la naturaleza, la mariposa monarca ha puesto a volar la imaginación de artistas, diseñadores e investigadores. La belleza de sus alas, la armonía de sus colores, su ligera presencia, su fortaleza para llegar a su destino a pesar de las adversidades han inspirado diversos proyectos.
El diseñador mexicano Eduardo García Campos obtuvo el premio dorado 2012-2013 de "A Design Award and Competition", con sede en Italia, por su "silla mariposa", cuya forma recupera la estructura básica de la mariposa monarca que llega cada año a territorio mexicano.
La diseñadora gráfica convertida en diseñadora de modas Luly Yang, quien vive en Seattle, creó en 2005 su primer vestido basado en la mariposa. Posteriormente, en 2012 dio a conocer su colección "A Monarch's Tale" de sofisticados vestidos inspirados en el insecto.
El artista plástico español Luis Moro se vio motivado a realizar algunas pinturas a partir de la mariposa migrante.
Muchas manifestaciones del arte popular también han utilizado la forma, colorido y brillo de la mariposa para sus creaciones artísticas.
Algunas instituciones de educación superior han adoptado el nombre monarca para designar proyectos de investigación trinacionales (Canadá, Estados Unidos y México).
Otro ejemplo de proyecto basado en la mariposa monarca es el Programa Monarca (California Monarch Studies, Inc.) establecido en 1990 para impulsar el interés de la gente en las mariposas. Se trata de una organización de investigación y educación no lucrativa que aprovecha a la mariposa como un medio para analizar la relación entre plantas y animales. Además, lleva a cabo investigación sobre el ciclo de vida y migración de la monarca.
Todos estos esfuerzos son importantes para destacar el valor de la mariposa monarca, un ser vivo que requiere iniciativas de diversos sectores que le permitan seguir realizando su largo viaje.