El convicto griego Nikos Romanos terminó hoy una huelga de hambre de 31 días después de que una enmienda legislativa para otorgar permiso de educación a los prisioneros fuera respaldada por la asamblea.
Nikos Romanos fue sentenciado a 16 años de prisión por robo armado a un banco en Velvento, norte de Grecia, en febrero de 2013. El hombre de 21 años de edad se declaró en huelga de hambre y exigió un permiso para estudiar en una universidad.
El miércoles, la asamblea aprobó una enmienda legislativa para otorgar permisos educativos condicionales para los prisioneros bajo un programa de control con dispositivo electrónico.
Los prisioneros podrán realizar estudios electrónicamente durante los dos primeros meses y luego recibirán la aprobación para asistir a cursos en las universidades con el uso de un brazalete electrónico.