Por Deng Yushan y Xu Ke
BEIJING, 17 dic (Xinhua) -- La Península Coreana marca una rara anomalía en la historia moderna de la humanidad, ya que es inusual que un armisticio no se haya convertido en un tratado de paz después de más de 60 años, y que los dos países enfrentados sean las dos mitades de una misma nación.
Seis décadas después, la península, cuyo tamaño es similar al del estado estadounidense de Minnesota, continúa siendo un polvorín, y las conversaciones a seis bandas, la manera más viable de llegar al meollo de esta difícil situación, es decir, el asunto nuclear, permanecen estancadas desde hace años.
La realidad pide a gritos un cambio. Afortunadamente señales y acontecimientos recientes han reavivado el deseo de que se puedan estar produciendo cambios deseables.
UN POLVORIN DE TENSION CONTROLABLE
Debido principalmente a la enemistad entre Estados Unidos y la República Popular Democrática de Corea (RPDC), y por su comportamiento de represalias y retórica, la Península Coreana ha permanecido altamente cargada en 2014.
Estados Unidos han llevado a cabo al menos seis ejercicios militares con Corea del Sur este año, crispando los nervios de la RPDC una y otra vez.
Por otra parte, la RPDC ha llevado a cabo numerosas rondas de lanzamientos de misiles, algunos en respuesta a las maniobras Estados Unidos-Corea del Sur, otras etiquetadas como "entrenamientos normales".
El intercambio de amenazas de ataques y sanciones entre la RPDC y Estados Unidos también ha echado más leña al fuego, junto con los repetidos enfrentamientos entre las dos Coreas en sus fronteras terrestre y marítima.
Sin embargo, a pesar de los frecuentes problemas, el estado general nunca ha llegado a ser incontrolable, afirmó Yang Xilian, un antiguo agregado militar de China en las embajadas de ambas Coreas, anotando que la Península parece haber entrado en un círculo de escalada controlable y mitigación efímera.
Según el enviado especial del Ministerio de Exteriores ruso, Grigory Logvinov, a pesar de los altibajos, la situación ha sido más o menos estable, con la RPDC habiendo demostrado una moderación encomendable, y el deseo de construir relaciones constructivas con el mundo.
UNA OLA DE OFENSIVAS DIPLOMATICAS
El deseo es obvio. La RPDC se ha involucrado en una serie de esfuerzos diplomáticos, que muchos describen como la ofensiva diplomática multifrente de Pyongyang.
Con el único país con el que comparte la Península, el diálogo ha ido ganando ímpetu, aunque de manera intermitente. La RPDC ha despachado una inusual delagación de alto rango a Corea del Sur para la clausura de los 17º Juegos Asiáticos, y las dos partes han mantenido sus primeras conversaciones militares a nivel de generales en siete años.
En el frente estadounidense, a pesar de las demostraciones de fuerza, las sanciones y la presión sobre derechos humanos por parte de Estados Unidos, la RPDC ha puesto en libertad a tres ciudadanos estadounidenses a los que había condenado y encarcelado, una decisión ampliamente considerada como una rama de olivo a Estados Unidos.
Mientras tanto, la interacción de Pyongyang con Moscú se ha calentado este año, culminado con la visita del alto funcionario de la RPDC Choe Ryong Hae a Rusia, el mes pasado, como enviado especial del máximo líder Kim Jong Un. También ha abierto sorprendentemente las negociaciones con Japón sobre el llamado asunto de los secuestros.
La decisión de la RPDC de comenzar conversaciones sobre secuestros "nos sorprendió, porque nunca habían admitido el asunto antes", dijo a Xinhua Yoji Gomi, un veterano periodista japonés, autor del libro titulado "Mi padre Kin Jong Il, y yo", y basado en sus entrevistas y correspondencia con Kim Jong Nam.
En una señal de su amplia agenda diplomática, la RPDC envió a altos funcionarios a Europa y a Africa en septiembre y octubre. También en septiembre, Ri Su Yong se convirtió en el primer ministro de Exteriores de la RPDC en dirigirse a la Asamblea General de la ONU en los últimos 15 años.
¿UN MOMENTO PARA EL CAMBIO TRASCENDENTAL?
Entre todos los indicios de posible cambio, los principales se encuentran probablemente en el máximo nivel.
En reciente entrevista con Xinhua, Kim Han-kwon, director del Centro de Estudios Regionales del Instituto de Estudios Políticos de Asan (AIPS, siglas en inglés), un grupo de expertos de Corea del Sur, indicó que concluirá el periodo de luto de tres años en la RPDC por el difunto máximo líder, Kim Jong Il.
La RPDC conmemora el tercer aniversario del fallecimiento de Kim Jong Il este miércoles. La ocasión tiene un significado especial, pues tras tres años de luto por Kim Il Sung, Kim Jong Il asumió formalmente el cargo de líder del país.
El experto surcoreano también destacó el hecho de que el segundo mandato del presidente estadounidense, Barack Obama, y el de la presidenta surcoreana, Park Geun-hye, entrarán en su segunda mitad el próximo año, lo cual significa que ellos pueden impulsar el logro de algunos avances en el tema de la Península Coreana.
Dados estos factores, agregó Kim Han-kwon, la Península Coreana podría experimentar cambios trascendentales en 2015.
EL PARPADEO DE LA NUEVA ESPERANZA
En medio de los cambios de dinámica, chispas de la esperanza han surgido para que las conversaciones a seis bandas, prolongadamente estancadas, vuelvan a celebrarse.
Durante la visita en noviembre a Rusia por parte de Choe Ryong Hae, Moscú dijo que ha recibido el compromiso de Pyongyang de que está listo para volver a la mesa de negociaciones sin precondiciones sobre la base de una declaración conjunta histórica, lograda tras la cuarta ronda de las conversaciones citadas.
La última propuesta de la RPDC, aunque ha repetido su postura durante años, parece ser una "oportunidad seria" en vista de los nuevos esfuerzos diplomátcios de Pyongyang, dijo Logvinov.
Si las chispas de la esperanza se convertirán o no en las llamas del avance constituye aún una gran incógnita, debido principalmente a lo que Logvinov calificó como "falta catastrófica de confianza", particularmente entre la RPDC, por un lado, y Estados Unidos y sus aliados regionales, por otro.
Washington, con el eco de Seúl y Tokio, ha insistido en que la RPDC debe mostrar primero una actitud seria hacia una desnuclearización completa y verificable y mandar una clara señal de que está dispuesta a participar en un "diálogo constructivo".
El experto del Instituto Asan dijo que la RPDC debe comprometerse con el fin de las actividades nucleares durante las negociaciones, mientras Gomi afirmó que el máximo líder de la RPDC necesita prometer que abandonará las armas nucleares.
Sin embargo, Logvinov subrayó que las partes relevantes no deben establecer metas notablemente inalcanzables o "forzar a alguien a que se mueva más rápido de lo que es posible dadas las circunstancias".
Un avance no está fuera del panorama, afirmó Yang, quien agregó que para dar un salto adelante, las partes relevantes deben cambiar su modo de pensar y tener seriamente en cuenta las preocupaciones estratégicas del otro.