BEIJING, 18 dic (Xinhua) --El sector inmobiliario de China continuó enfriándose en noviembre, aunque el descenso se ha desacelerado gracias al apoyo de los ajustes de política del gobierno, según datos oficiales publicados hoy jueves.
Los precios de la nueva vivienda en 67 de las 70 mayores ciudades del país registraron caídas intermensuales en noviembre, dijo el Buró Nacional de Estadísticas (BNE), mientras que los precios en las ciudades de Hefei, Nanjing y Shenzhen se mantuvieron sin cambios.
Los precios de la nueva vivienda en Beijing y Shanghai descendieron en un 0,3 y un 0,5 por ciento respectivamente, por debajo de las caídas del 1,3 y el 0,7 por ciento registradas el mes anterior.
En cuanto a la vivienda existente, sólo en 58 de las dichas 70 ciudades se produjeron bajadas de los precios en noviembre, en comparación con las 64 de octubre. Seis ciudades, en su mayor parte de primer orden, tales como Beijing y Shenzhen, registraron aumentos de los precios de la vivienda de segunda mano.
Liu Jianwei, estadístico sénior del BNE, atribuyó el descenso de las caídas a los cambios de política introducidos por el gobierno para evitar una drástica desaceleración del sector por temor a poner en peligro la economía general.
Las medidas incluyen menores restricciones en la compra de vivienda y la relajación de las normas hipotecarias. Además, el banco central decidió el mes pasado rebajar la tasa de préstamos a un año de referencia y la tasa de depósitos con el fin de recortar los costes financieros.
En su conjunto, las políticas tuvieron un efecto positivo en el mercado. En noviembre, las ventas de vivienda alcanzaron su máximo mensual de este año con 809.600 millones de yuanes (132.300 millones de dólares), 93.800 millones de yuanes por encima de la cifra de octubre.
Sin embargo, a pesar de su impulso inmediato sobre el mercado, las medidas resultan insuficientes para poner fin a la ralentización estructural del sector inmobiliario de China y revertirla, de acuerdo con Wang Tao, economista jefe para China de UBS. En su opinión, el mercado inmobiliario del país sigue constituyendo el mayor riesgo para el crecimiento en 2015.
Datos anteriores mostraban que el crecimiento de la inversión en el sector inmobiliario de China había decrecido hasta el 11,9 por ciento interanual en el período enero-noviembre con respecto al incremento del 19,8 por ciento de 2013.
Afectado por la desaceleración del sector inmobiliario, la debilitación de la demanda interna y la inestabilidad de las exportaciones, el crecimiento de China cayó en el tercer trimestre hasta un mínimo no visto desde la crisis financiera global de 2008/2009.
En los primeros tres trimestres, el producto interno bruto (PIB) de China se incrementó en un 7,4 por ciento.
Y con el mercado inmobiliario aún experimentando momentos difíciles, UBS prevé que el crecimiento del PIB se ralentice hasta el 7 por ciento en los últimos tres meses y hasta el 6,8 por ciento en 2015.
En la Conferencia Central de Trabajo Económico celebrada la semana pasada, los líderes del país dijeron que se podrían cumplir "relativamente bien" los objetivos sociales y económicos para 2014, al tiempo que hicieron hincapié en que la economía sigue enfrentándose a muchos retos y a presiones a la baja "relativamente grandes" tales como el aumento de las dificultades para los negocios y la emergencia de riesgos económicos.
En el comunicado emitido tras la reunión no se especifica una meta de crecimiento para 2015 -algo que normalmente se hace público en marzo- pero sí se dice que el gobierno será "razonable" a la hora de establecer los objetivos y mantener la flexibilidad de sus políticas de control macroeconómico.