Las Ferias de Navidad de la ciudad de Barcelona resistirán a la crisis económica a pesar de los efectos negativos producidos por ésta, dijeron sus organizadores a Xinhua.
En Barcelona se llevan a cabo dos ferias principales de Navidad, la Feria de Santa Lucía situada en la Plaza de la Catedral y la Feria de Sagrada Familia, situada en una plaza próxima al famoso Templo de la Sagrada Familia, obra del arquitecto modernista Antoni Gaudí.
"La crisis nos ha afectado y el clima", dijo Lluís Mestre, vicepresidente de la Asociación Feria de Santa Lucía, la más antigua del mundo al llevar activa desde 1786 en la plaza de la Catedral de Barcelona, en entrevista con Xinhua.
La feria cuenta con 288 puestos donde se venden pesebres y figuras, vegetación (incluyendo árboles de Navidad), artesanía e instrumentos musicales. Este año fue inaugurada el 28 de noviembre y desde entonces ha llovido varios días en Barcelona, un hecho que hace disminuir el número de visitantes.
"Este año se espera un porcentaje de un 10 o 15 por ciento menos en las ventas", comentó Mestre, quien asegura que a pesar de las pérdidas ocasionadas por la crisis la tradición histórica del mercado de Santa Lucía no decaerá.
El origen de este mercado se remonta a Carlos III, monarca español entre los años 1759 y 1788. El introdujo el pesebre en España y al querer los nobles de Barcelona también uno, surgieron artesanos que modelaban figuras y personas que traían de la montaña musgo y otros arbustos para montar los belenes, relató Mestre.
"La feria se ha desmarcado mucho de lo tradicional" con los años, explicó Mestre, añadiendo que muchos materiales en la actualidad son de importación y vienen de China.
Lo mismo ocurre en la feria de Sagrada Familia, donde mucho del material proviene del gigante asiático. "Mucho de lo que tenemos aquí proviene de China", confirmó Carlos Fernández, presidente del sector de adornos y pesebres de la feria.
Para Fernández "la crisis hizo estragos", pero es optimista. Confía en que igualarán ventas con el año pasado, "lo cual es un punto positivo, porque llevamos años vendiendo menos".
Reconoció que probablemente lo de antes no volverá, pero "históricamente ha habido más crisis (...) pero eso no quiere decir que no haya comercios, cultura ... etc.".
Este año en la feria de Sagrada Familia hay unos 100 puestos, casi la mitad que hace unos siete años, cuando se reunieron unos 220 puestos y cuenta con cuatro sectores, el de adornos y pesebres, artículos naturales, artículos de regalo y gastronomía.
Estos dos últimos sectores marcan una de las diferencias entre la feria de Sagrada Familia y la de Santa Lucía, ya que en ésta última no hay puestos de gastronomía o artículos de regalo. Otra diferencia que resaltan sus organizadores es que la feria es más espaciosa y puede pasearse circularmente alrededor de ella.
La Feria de Sagrada Familia empezó en los años 60, contó Maite Serra a Xinhua. Fue el resultado de los puestos que no cabían en la feria de Santa Lucía, con el tiempo, fue regulándose hasta convertirse en un mercado.
Serra participó en la feria desde que tenía 14 años, fue tesorera y posteriormente responsable de la misma durante más de 14 años.
Con la perspectiva de haber trabajado en la feria toda su vida, Serra afirmó que "hace cosa de unos 10 años la cosa fue bajando poco a poco, pero hace tres años se notó mucho". Sin embargo asegura que la tradición no se pierde.
La feria no sólo es un mercado donde hacer las compras sino que conlleva una tradición familiar. Los visitantes disfrutan de una tarde en familia escogiendo las decoraciones de Navidad para su hogar.
Las ferias terminan hoy resistiendo un año más a la crisis y con la esperanza de una recuperación firme de la economía para las próximas Navidades.
Muchas familias aprovecharán las ofertas del último día para hacer sus compras, ya que un día como hoy pueden encontrarse interesantes descuentos en algunos artículos.