El reclamo de los consumidores argentinos es una práctica cada vez más extendida, según una encuesta difundida hoy por la consultora Ibarómetro.
Ibarómetro indagó en la opinión pública para conocer el comportamiento y actitudes de los argentinos en su rol de consumidores.
El trabajo arrojó que, pese a que más de la mitad de los argentinos está poco informado sobre cuáles son sus derechos como consumidores y tiene una percepción muy crítica acerca del cumplimiento de sus derechos (52,7 por ciento y 64,1 por ciento, respectivamente), el reclamo es una práctica instalada entre consumidores cada vez más exigentes.
"El 65 por ciento de los consultados declaró haber tenido durante el último año algún inconveniente con un producto o servicio contratado", puntualizó el informe.
El estudio reflejó que el 80,7 por ciento de los reclamos se realiza ante la empresa.
En relación a la resolución de los reclamos, sólo el 50 por ciento se manifestó satisfecho con la solución obtenida.
En cuanto a los segmentos de la población, los mayores de 50 años y las personas con nivel educativo más bajo se manifiestan con una actitud pasiva en relación a los reclamos.
El estudio indagó sobre los motivos o factores que desalientan a los consumidores a la hora de hacer un reclamo.
"La sensación de pérdida de tiempo y la poca receptividad para responder, que se le atribuye a las empresas, constituyen los dos factores más destacados por los consumidores", dijo Ibarómetro.
Por último, la encuesta evidenció que los consumidores recurren a métodos alternativos al reclamo formal para canalizar su descontento.
"Una amplia mayoría (64 por ciento) de los consumidores dice hablar mal de la marca para 'contagiar' su enojo entre sus conocidos", precisó la encuesta.
De igual forma destacó que las redes sociales en internet representan un canal emergente y en crecimiento, ya que casi el 25 por ciento ha recurrido a éstas para comunicar el problema que tuvo con la empresa, modalidad cuyo uso crece significativamente entre las mujeres.