Afai: la calidad asegura la durabilidad de los barcos
Afai: la calidad asegura la durabilidad de los barcos
Un avión sobrevuela el aeropuerto Santos Dumont de Rio de Janeiro. Desde la ventanilla se puede ver el Atlántico como una enorme bahía, con la famosa montaña Pan de Azúcar a un lado y la pequeña ciudad Niterói al otro.
La relación entre Niterói y Rio de Janeiro es un poco parecida a la de Tongzhou y Beijing. Debido al bajo precio de los productos la vida cotidiana y al bajo precio mobiliario, la gente vive en la pequeña ciudad y trabaja en Rio de Janeiro, ciudad que se encuentra al otro lado de la bahía. Para llegar a trabajar a Rio de Janeiro, la gente tiene dos opciones: puente a través de la bahía o en barco. En el puente hay tráfico todo el año, por lo que la gente acostumbra más a cruzar en barco. Según estadísticas oficiales, esta línea de transporte marítimo, que conecta Niterói y Rio de Janeiro, es la más transitada de todo el mundo, con un promedio diario de 120.000 personas.
A finales de 2012, para la "ruta más transitada" se organizó un concurso de licitación de contrato para la compra de 7 barcos de aluminio, contrato valorado aproximadamente en 110 millones de dólares. En la industria de la construcción de buques de aluminio, es muy raro encontrar un volumen de compra tan grande, lo que atrajo a muchas navieras al concurso de licitación. "22 empresas participaron, incluyendo a casi todas las nacieras más importantes del mundo en la industria de las embarcaciones de aluminio, entre las que se encuentran compañías de Australia y Holanda, que ocupan el primer y segundo lugar en esta industria”, recordó Sun Dongsheng, director general de Afai Southern Shipyard Ltd.
El contrato se le adjudicó a Afai Southern Shipyard Ltd., compañía proveniente de China, y este pedido se convirtió en el primero para Afai en el mercado latinoamericano. ¿Por qué Afai logró superar a los otros 22 competidores? “Primero, tenemos la experiencia de diseñar barcos parecidos. Segundo, estamos patrocinados por China Shipbuilding Industry Corporation (CSIC) y China Shipping (Group) Company, dos grupos de confianza. Pero lo más importante es nuestro capacidad de diseño y la calidad de nuestros productos”, añadió Sun Dongsheng.
El pedido de Río era una prueba especial para de calidad porque exigía requisitos estrictos en aspectos como el ruido, la carga y temperatura de cabina en los barcos. El estándar internacional de ruido dentro de la cabina de un barco de pasajeros es de 75 decibelios, pero en Brasil, el requisito es de menos de 60 decibelios, un nivel de ruido cercano al requerido en un hospital. En lo referente a la carga, el comprador de Rio de Janeiro requería que cada buque tuviese la capacidad de trasportar al menos a 2.000 pasajeros. Antes, los buques fabricados por la fabricación británica tenían capacidad para unas 400 personas en general. Para los buques de 400 toneladas de carga, el peso de 2.000 personas es un factor importante a considerar, ya que al subir y bajar el buque los pasajeros, el centro de gravedad cambia significativamente. Además, la mayor parte del año en Río es verano, por lo que es importante controlar la temperatura dentro de la cabina, que según exige Río, debe rondar los 24 grados centígrados. “A veces la temperatura llega a unos 40 grados centígrados en el exterior y unas 2000 personas puede dificultar el control de la temperatura del interior, por lo que es necesario tomar en serio el tema de la ventilación y el sistemas de aire acondicionado" , dijo Sun Dongsheng.
Con cada problema hay que buscar una solución. Tras numerosos cambios y ajustes, 23 meses después, el primer buque llamado “Pão de Açúcar” llegó a Brasil en un barco grande de COSCO. Es un buque de color azul y blanco que viaja en dos direcciones, con dos cabinas para la navegación y que viaja a una velocidad de servicio de 18 nudos. Se tarda 15 minutos en llegar desde un lado al otro, reduciendo un 30% el tiempo en comparación con los barcos viejos.
“China es capaz de fabricar buques, puede satisfacer todos nuestro requisitos, y además tiene una gran capacidad de entrega”, dijo el ingeniero brasileño Diago.
“El Pão de Açúcar es muy bueno. Es rápido, con aire acondicionado y ventanas grandes. Ahora hay muchos más viajeros que antes.” exclamó un hombre que vive en un lado del río y trabaja en el otro.
“El mercado latinoamericano es grande, pero no nos precipitamos”, dijo Sun Dongsheng “. Para entrar en un mercado enorme, hay que empezar con un pedido. Es necesario que el comprador y el vendedor se comuniquen bien. Para nosotros, lo más importante es fabricar buques de buena calidad, porque la calidad garantiza la duración de los barcos.”
Hoy en día, el barco Pão de Açúcar viaja ida y vuelta por la bahía todos los días, conectando no sólo Niterói y Rio de Janeiro sino también la capacidad de producción de China y el mercado de Brasil. En unos 20 días, el segundo buque pedido por Brasil llegará a Río. Para los Juegos Olímpicos del año que viene, todos los barcos que viajen entre Niterói y Rio de Janeiro serán fabricados por China en vez de por otros países.