MONTEVIDEO, 22 jun (Xinhua) -- Uruguay apunta a reducir la exclusión digital de la tercera edad mediante un plan de entrega gratuita de tabletas electrónicas a la mayoría de los jubilados.
"No sé nada de esto, pero con las ganas que tengo no voy a demorar mucho en hacerlo", comentó Guillermo Franco, el primer pasivo en recibir uno de los aparatos.
Su vida laboral transcurrió en una fábrica de ladrillos hasta que se retiró hace unos años, y hoy se muestra entusiasmado con las oportunidades que le abre la tecnología.
Está ilusionado en poder comunicarse pronto por internet con familiares desperdigados por España, Estados Unidos y Argentina.
"Lo primero que voy a hacer cuando aprenda a usarla será comunicarme con mis familiares en el exterior", anunció Guillermo, de 74 años.
PLAN IBIRAPITÁ
La iniciativa que toma el nombre de un árbol autóctono de la región se estrenó el viernes con la entrega de mil tabletas.
Ese millar de usuarios será monitoreado para que los aparatos y sus programas sean optimizados por los técnicos para la entrega masiva que se implementará desde septiembre.
Los beneficiarios de la iniciativa son quienes cobran pasividades inferiores a 24.400 pesos (unos 930 dólares americanos) grupo estimado en unos 400 mil pasivos.
"Los adultos mayores terminan excluidos de la sociedad, nuestro objetivo es incluirlos y darles herramientas para eso", sostuvo el responsable del Plan Ibirapitá, Miguel Brechner.
Las tabletas especialmente diseñadas son de uso "ágil y sencillo" con íconos grandes que permiten el acceso a diarios, libros, radios, aplicaciones de salud y de trámites públicos.
Tienen un procesador de 4 núcleos, 1 Giga de memoria y 8 Gigas en disco, y una pantalla de alta definición y dispondrán de conexión a internet.
"¿Por qué no podemos hacer que un adulto mayor cuando quiera pedir hora en el médico use una aplicación que tenga en la tablet, o cuando quiera pedir un taxi o hablar con su nieto?", se preguntó Brechner entrevistado por la radio local Océano FM.
Sólo un 24 por ciento de los hogares uruguayos conformados por jubilados tiene acceso a un computador personal, según estimaciones oficiales.
Brechner destacó que la diferencia en el acceso a las TICs (Tecnologías de la Información y Comunicación) entre las personas pobres y ricas en la población que supera los 65 años es muy alta.
"En el primer quintil, menos del 5 por ciento tiene acceso a una computadora y, en los más ricos, la cifra asciende arriba del 40 por ciento", expresó al fundamentar el Plan Ibirapitá.
Además, entre las personas mayores de 65 años que tienen acceso a tecnología "la razón principal" para no usarla es que "no sabe qué hacer con ella o no sabe usarla".
"Los jubilados requieren de una cantidad de trabajo diferente que cuando uno le entrega un dispositivo a un niño que ya tiene una capacidad de aprender más grande", manifestó.
Por eso, se mostró confado en que "nietos y estudiantes" ayuden y enseñen a los mayores.
"Los jubilados requieren de una cantidad de trabajo diferente que cuando uno le entrega un dispositivo a un niño que ya tiene una capacidad de aprender más grande", enfatizó.
Este plan sigue los pasos del Plan Ceibal que universalizó las computadoras portátiles entre los niños.
Desde 2007, todos los escolares y liceales de la educación pública cuentan con una computadora portátil con conexión a internet proporcionada sin costo por el Estado a través del Plan Ceibal.
El Ceibal, una iniciativa del actual presidente Tabaré Vázquez durante su primer mandato (2005-2010), ha distribuido 670 mil computadoras portátiles.
Con el Plan Ibirapitá, Vázquez, que asumió su segunda administración en marzo pasado, cumple una de sus promesas de campaña electoral.
Para el mandatario, de 74 años, "ser viejo no debe ser una condena".
"Me imagino a mi hermana un día de invierno, con lluvia y con frío, sola, que con una tablet pueda hacer algo tan simple como ver una película y sentirse acompañada", justificó tiempo atrás su propuesta.
"O ponerse en contacto con otro viejo y encontrar una compañía, un apoyo", concluyó Vázquez.