Por Zhi Linfei
WASHINGTON, 1 oct (Xinhua) -- La recién concluida cumbre entre el presidente chino, Xi Jinping, y su homólogo estadounidense, Barack Obama, ha sobrepasado las expectativas en términos de estabilización de las relaciones entre ambos países, opinó el vicepresidente de estudios de la Fundación Carnegie para la Paz Internacional, Douglas Paal.
"Creo que alcanzó esas expectativas y quizás las excedió un poco", afirmó en una entrevista exclusiva con Xinhua el experto de este centro de estudios radicado en Washington.
"El objetivo es estabilizar las relaciones EEUU-China cuando EEUU entra en lo que serán dos años o más de política interna realmente turbulenta y en una transición a una nueva administración", argumentó el experto, en alusión a las elecciones presidenciales de 2016, en cuya campaña se espera que los lazos entre las dos potencias sean uno de los puntos de debate fundamentales entre los candidatos.
"Y en ese momento, las relaciones con China se verán sacudidas aquí, en nuestros círculos políticos, por todo tipo de presiones y por declaraciones, hechos y no hechos pronunciados en las campañas políticas", explicó.
"Así que necesitamos que los líderes tengan un entendimiento responsable de los límites de lo que van a hacer y de las cosas que no harán. Pero creo que eso fue ampliamente logrado", concluyó.
Durante sus conversaciones la semana pasada, Xi y Obama llegaron a una serie de consensos y acuerdos sobre cómo gestionar las diferencias y profundizar la cooperación a la hora de afrontar los grandes retos, como el cambio climático y la ayuda al desarrollo global.
Paal resaltó que el acuerdo de los dos presidentes para comenzar un diálogo de alto nivel y una línea directa sobre ciberseguridad, uno de los asuntos más polémicos entre las dos naciones, es "un beneficio adicional inesperado".
La primer reunión del ciberdiálogo se celebrará hacia finales de este 2015 y, a partir de ahí, tendrá lugar dos veces al año, según la lista de 49 resultados que salió de la cumbre Xi-Obama.
Con vistas al futuro, Paal espera más interacciones entre los dos mandatarios para "mantener las cosas controladas". Esos posibles encuentros se podrían producir en la reunión informal de líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés), que se celebrará en Filipinas el próximo mes; la Cumbre de Seguridad Nuclear, que acogerá Washington en marzo de 2016; y la Cumbre del G20 que albergará China en noviembre de 2016.
El experto también elogió el "positivo" acuerdo entre las dos partes para incrementar la cooperación en la lucha contra el cambio climático.
China y EEUU "pueden hacerlo juntos e intentar hacer avanzar la conferencia de París en diciembre aportando liderazgo ante los países que pueden ser más reacios a unirse al proceso de reducción del carbón", esgrimió.
La Conferencia del Cambio Climático de las Naciones Unidas se celebrará entre el 30 de noviembre y el 11 de diciembre en París, Francia, y en ella los países tratarán de alcanzar un acuerdo conjunto para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero.
"Es la primera vez desde hace un tiempo en que el guión parece estar escrito para una conferencia exitosa en París", dijo Paal, que consideró que la creciente cooperación China-EEUU dará un "gran estímulo" para el éxito de la conferencia.
"Por eso produce beneficios a nivel internacional. Pienso que fue importante para EEUU ajustar su posición respecto al papel de China en las instituciones financieras internacionales y en la asistencia internacional", apuntó.
Con respecto a la importancia de la cumbre Xi-Obama, que ha sido celebrada anualmente desde la cumbre informal de 2013 en Sunnylands, California, Paal dijo que él, como primer experto que propuso la idea, piensa que los dos líderes necesitan "encontrar un camino para llegar al punto de vista de la cima de la montaña" sobre las relaciones chino-estadounidenses.
Instó a EEUU a encontrar un camino para absorber, en vez de resistir o contener, el ascenso de China, sin perjudicar sus propios intereses y estructuras, que han aportado paz y seguridad en el Pacífico Occidental y, más ampliamente, desde la Segunda Guerra Mundial.
"Eso es un desafío duro", dijo Paal. "La gente habla de la trampa de Tucídides y la probabilidad de que los dos países entren en conflictos, y China empuje a EEUU fuera de Asia y EEUU resista a la subida de China en Asia, pero estas son fórmulas pobres para el desafío que ahora enfrentan los líderes". La trampa de Tucídides es una alusión a la explicación que este historiador griego dio a la Guerra del Peloponeso (siglo V a.C.) entre la entonces potencia hegomónica, Esparta, y la emergente, Atenas.
Paal reconoció que reducir los malos entendidos y la suspicacia entre ambas partes "puede ser algo que solo se puede realizar gradualmente, paso a paso" mientras los dos países van avanzando en sus lazos.
Señaló que desde la Conferencia Central sobre el Trabajo Relacionado con Asuntos Extranjeros celebrada por Beijing en noviembre de 2014, ha habido "un nuevo viento en el aire" en China. "Puedes ver una diplomacia china más concentrada, integrada y activa en una atmósfera más amplia", opinó.
Además de la contribución a afrontar el cambio climático, China también amplió su papel en la lucha contra la crisis del ébola, y tiene previsto aumentar su participación en combatir el terrorismo, en el Medio Oriente y Europa Oriental, ya que los intereses de China allá crecerán inevitablemente, expuso Paal.