BEIJING, 14 mar (Xinhua) -- China se opone con firmeza a la interferencia foránea en los asuntos internos sirios al tiempo que reclama una solución política a esta prolongada crisis, enfatizó el embajador chino en Siria, Wang Kejian.
Antes del quinto aniversario de la crisis siria, el diplomático chino instó a las partes involucradas en el país árabe a priorizar los intereses nacionales y a iniciar un proceso apoyado por la ONU y dirigido por los sirios a fin de resolver la crisis por medios políticos.
Protestas masivas antigubernamentales estallaron el 15 de marzo de 2011 en Siria y, gradualmente, se convirtieron en una guerra civil que hasta ahora se ha cobrado la vida de más de 250.000 personas y ha desplazado a otros 6,6 millones.
Wang indicó a Xinhua que China, como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, asume la importante responsabilidad de salvaguardar la paz y la estabilidad mundiales.
China nunca ha eludido desempeñar su debido papel en el problema sirio, señaló el embajador, y añadió que en los últimos cinco años Beijng ha defendido la justicia, al tiempo que ha buscado los intereses compartidos, salvaguardando firmemente la Carta de la ONU y oponiéndose a la interferencia extranjera en los asuntos sirios.
China se ha esforzado por promover las conversaciones de paz a través de una mediación activa entre el gobierno sirio y la oposición, además de jugar un papel importante y positivo en mecanismos internacionales como el Grupo Internacional de Apoyo a Siria, apuntó Wang.
El diplomático remarcó que China continuará desempeñando su definido papel en este problema a fin de ayudar a Siria a recuperar la paz y la estabilidad tan pronto como sea posible.
También pidió a las partes involucradas que mantengan el ímpetu actual, que costó mucho conseguir, para solucionar la crisis de manera política.
Así, llamó al pueblo sirio a buscar una solución política mediante negociaciones tomando en cuenta los intereses de todas las partes.
El pasado viernes, el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, y su homólogo ruso, Sergei Lavrov, celebraron un encuentro en Moscú, durante el cual ambos insistieron en la necesidad de fortalecer la coordinación sobre varios desafíos crecientes en asuntos mundiales, e intercambiaron puntos de vista sobre las próximas conversaciones de reconciliación entre las partes sirias en Ginebra, Suiza.
En una conferencia de prensa celebrada el día 8 de este mes, en el marco de la sesión en curso de la Asamblea Popular Nacional (APN, el máximo órgano legislativo de China), el canciller Wang expuso la política del país sobre Oriente Medio.
"Cuando se trata de los asuntos de Oriente Medio, China nunca ha sido un mero espectador", señaló Wang, quien subrayó que China siempre ha apoyado la búsqueda por parte de los países árabes de la independencia y la libertad, y en estos momentos goza de relaciones económicas y comerciales más estrechas que nunca con esta región, además de contribuir activamente a la paz y estabilidad de esta zona.
"Adoptamos una actitud objetiva e imparcial, nos esforzamos por facilitar las conversaciones de paz y nuestra posición es desinteresada y leal", subrayó el ministro.
"En base a la no interferencia en los asuntos internos de otros países, queremos desempeñar un papel más activo en la búsqueda de una solución política a los asuntos candentes de la región", aseveró Wang.
Está previsto que se inicie este lunes en Ginebra una nueva ronda de las conversaciones de reconciliación entre el gobierno de Damasco y la oposición siria.
Sin embargo, el ministro de Asuntos Exteriores de Siria, Walid al Moallem, y representantes de la oposición realizaron el sábado declaraciones divergentes sobre la inclusión o no del futuro del presidente sirio, Bashar al Assad, en las inminentes conversaciones de paz.
La última ronda de este tipo de conversaciones terminó el pasado mes de febrero sin resultados tangibles, y desde entonces la comunidad internacional intensificó sus esfuerzos para lograr establecer un cese de hostilidades en Siria, que entró en vigor a las 00:00 del 27 de febrero (hora de Damasco).