Muere la última superviviente de «Casablanca» |
Fuente:agencias
Estepona,16/05/2016(El Pueblo en Línea)-Madeleine LeBeau, actriz recordada por su papel en el filme «Casablanca»y por su agitada biografía, falleció en Estepona, la ciudad española donde residía desde hace décadas.
Madeleine fue la actriz que dio vida a Yvonne, la joven que grita «Vive la France! Vive la liberté!» para desafiar al nazismo en una de las escenas más recordadas del filme.
En la mediterránea y andaluza Estepona, en la paz de un enclave urbano y tranquilo vivía Medeleine LeBeau, única superviviente del reparto del mítico largometraje de Michael Curtiz que encabezaran Humphrey Bogart e Ingrid Bergman.Un casting al que llegó porque iban a contratar a su marido, Marcel Dalio, y que acabó con LeBeau como una de las protagonistas del largometraje.
La vida de LeBeau tuvo todos los ingredientes para ser uno de los «films» que protagonizó. De hecho, guarda ciertas similitudes con la trama de «Casablanca». Estaba casada desde los 17 años con Marcel Dalio, que era un actor judío muy conocido en Francia. Vendieron todo y se fueron huyendo de la invasión nazi con un visado para Estados Unidos, que en realidad era para Perú.
Después de tres meses haciendo teatro en Canadá, volvió a Estados Unidos para vivir en Los Ángeles. En la casa de al lado vivía Bogart, al que llamaban de forma cariñosa «Boogie». Empieza su carrera como actriz de cine, cambia de residencia a Nueva York y durante seis años hace «el servicio militar» como actriz. En su casa una foto recuerda la Liberación de París en 1945. La imagen muestra a LeBeau cantando «La Masellesa». «Es muy patriota», asegura su hija María. Al acabar la guerra se dispone a volver, pero llega un papel protagonista en Broadway y prolonga la estancia. Al final vuelve a Francia, donde tiene su época dorada como actriz y deja atrás un país del que recuerda dos cosas sobre el resto: la segregación racial y las «tournet» que hacía con famosos para las tropas.
En Francia desarrolló su carrera como estrella e incluso se acercó al cine español y participó con Carmen Sevilla en «La pícara molinera».
Era una apasionada de Rafa Nadal. Cuando vivían en Roma, le mandaba telegramas a los torneos como el de Shanghái dándole ánimo y luego al final firmaba: «Victoria».