Temas como la propiedad intelectual que incluye la protección de marcas y patentes cubanas, así como la propuesta de suscribir nuevos acuerdos de cooperación en salud, agricultura y medio ambiente, figuran entre los aspectos identificados este lunes por los representantes de Cuba y Estados Unidos para integrar la agenda de los diálogos bilaterales.
En intercambio con la prensa, tras concluir la tercera ronda de conversaciones entre delegaciones de ambos gobiernos, Josefina Vidal, directora general de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, anunció que esos y otros puntos serán considerados a partir de esta reunión.
El propósito es avanzar en el proceso de normalización de las relaciones mutuas a partir de la adopción de nuevos convenios en áreas de interés común, y aumentar el número de intercambios de carácter técnico y de visitas de alto nivel en ambas direcciones para expandir el alcance de los resultados alcanzados hasta la fecha.
No obstante, precisó Vidal, persiste la demanda de Cuba de que el levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto unilateralmente por el gobierno estadounidense contra la isla hace más de medio siglo, es una "prioridad".
En ese sentido, se refirió al aspecto extraterritorial de esta política que en los últimos seis meses fue responsable de la imposición de multas, negativas de servicio y de carácter financiero que han vinculado a 13 bancos internacionales.
Esta situación fue expuesta a la delegación norteamericana presidida por Kristie Kenney, consejera del Departamento de Estado y el subsecretario adjunto de Estado para los Asuntos del Hemisferio Occidental, John Creamer.
"Persisten también restricciones significativas a las exportaciones desde los Estados Unidos, son pocos los productos cubanos que se permiten importar en ese país, no se autorizan inversiones estadounidenses en Cuba excepto en las telecomunicaciones y no existen relaciones bancarias normales entre ambos países", dijo Vidal.
Otros temas pendientes que marcan la agenda de La Habana en estos encuentros, es el permanente reclamo por la devolución de la Base Naval de Guantánamo, territorio al este caribeño "ilegalmente ocupado" por Estados Unidos.
También la eliminación por parte de Washington de las políticas migratorias "preferenciales" que promueven la salida desordenada e insegura de cubanos hacia la nación norteña, de las transmisiones radiales y televisivas "subversivas" y de los programas dirigidos a provocar "cambios políticos" en Cuba.
Más adelante, la alta funcionaria manifestó que sigue inalterable la voluntad política de La Habana para continuar construyendo relaciones de nuevo tipo con Washington, basadas en el "diálogo profesional y respetuoso, la igualdad y la reciprocidad", a pesar incluso de lo incierto en el panorama electoral norteamericano, cuando no existe hasta el momento un virtual vencedor en la carrera presidencial de noviembre venidero.
"Yo pienso que hay tendencias que se están dando en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos que sobrepasan cualquier otra consideración más estrecha porque están reflejando un consenso que existe en muchos segmentos de la población y de la sociedad norteamericana y que está llegando a determinados círculos políticos de ese país", señaló.
En este sentido, manifestó que el próximo jefe de Estado tendrá el deber de atender los reclamos que en relación con este tema tienen la mayoría de sus ciudadanos, empresarios y organizaciones no gubernamentales.
Los criterios de estos sectores a favor de que continúe el proceso iniciado en diciembre de 2014, pueden ayudar a que el mismo siga su curso en el futuro, advirtió Vidal.
En otro momento del encuentro, la diplomática calificó la reunión sostenida hoy en La Habana de "productiva", desarrollada en un "clima profesional y de respeto mutuo".
En ese contexto, las dos partes revisaron los resultados obtenidos en los últimos 6 meses, desde que en noviembre de 2015 se efectúo la segunda ronda de diálogos en Washington.
También reconoció que la agenda prevista para los próximos 4 meses (la cuarta reunión será en septiembre en la capital estadounidense) es "ambiciosa" pero necesaria para seguir contribuyendo al proceso "paulatino y progresivo" hacia la normalización de los nexos entre los dos países.
"La Comisión Bilateral es un mecanismo útil para dar seguimiento a las relaciones bilaterales y seguir caminando nuevos kilómetros en este proceso largo que vamos a tener que transitar para un día poder declarar que tenemos relaciones normales Cuba y Estados Unidos", concluyó Vidal.