El Gobierno en funciones de Brasil divulgó hoy una caída del Producto Interior Bruto (PIB) este año del 3,8 por ciento, empeorando la anterior proyección, que mostraba una contracción económica de 3,05 por ciento.
Según los datos presentados hoy por el Ministerio de Planeamiento, la caída de la economía brasileña esperada por el Gobierno es parecida a la que proyecta el mercado financiero (-3,88 por ciento).
De confirmarse un crecimiento negativo, será la primera vez que Brasil encadena dos años seguidos de crecimiento negativo del PIB, después de que en 2015, la economía se hubiera contraído 3,8 por ciento, el peor resultado en 25 años.
Por otra parte, el Gobierno divulgó que la inflación este año debe ser del 7 por ciento, inferior al 7,44 por ciento previsto anteriormente, pero aún así superior al 6,5 por ciento de límite fijado por le Banco Central. La cifra proyectada por el Gobierno es la misma que espera el mercado financiero para este año.
Por su parte, el Ejecutivo aumentó su previsión de déficit fiscal para este a los 170.500 millones de reales (unos 47.700 millones de dólares), que de confirmarse será el peor resultado de la serie histórica.
La meta fue anunciada por los ministros de Hacienda, Henrique Meirelles, y de Planeamiento, Romero Jucá, quienes dijeron que el objetivo del gobierno es que sea votada por el Congreso el próximo martes 24.
El déficit propuesto, que no incluye el pago de intereses de deuda, supera ampliamente el que había sido definido por el gobierno de la presidenta suspendida Dilma Rousseff, que alcanzaba a 96.600 millones de reales (27.100 mdd).