BEIJING, 30 may (Xinhua) -- La inversión y la cooperación financiera se están convirtiendo en un nuevo motor de crecimiento en las relaciones económicas y comerciales entre China y Latinoamérica, en el marco del desarrollo institucional de la cooperación integral sino-latinoamericana.
De acuerdo con los datos ofrecidos por el Ministerio de Comercio de China, las inversiones no financieras del país asiático en la región sumaron 21.400 millones de dólares en 2015, un aumento interanual del 67 por ciento, mientras que los nuevos contratos que China firmó en América Latina en el mismo periodo implican un valor total de 18.000 millones de dólares, con un incremento interanual del 10 por ciento.
América Latina se ha convertido en el segundo mayor destino inversor de China, solo por detrás del continente de Asia en su conjunto, mientras que el gigante asiático sigue siendo la mayor fuente de inversiones para la región latinoamericana, que tiene una urgente necesidad de capital para la transformación económica, un nuevo proceso de industrialización y un mayor nivel de inversiones.
No obstante, por la ralentización de la economía china y la contracción del mercado de materias primas, un informe de la agencia Fitch advierte de que los países y empresas más afectados por la reducción de la demanda china son justamente los que más se han beneficiado del comercio con China o más préstamos han recibido de ella, lo que provocará un círculo vicioso.
Sun Yanfeng, director adjunto del Centro de Estudios Latinoamericanos del Instituto de Relaciones Internacionales Contemporáneas de China, tiene unas expectativas favorables para la inversión y el comercio entre ambas partes y prevé que las inversiones chinas seguirán aumentando en la región latinoamericana.
El experto destaca el potencial de las relaciones entre ambas regiones a largo plazo, que viene respaldado por la fuerte complementariedad entre China y Latinoamérica, así como la gran necesidad de capital de muchos países latinoamericanos para escapar de la situación económica y política desfavorable que están viviendo.
"La cooperación inversora entre China y Latinoamérica está en una fase bajista, pero ésta no va a durar mucho tiempo", afirmó el especialista en una entrevista con el periódico International Business Daily.
Sun advirtió a las empresas interesadas en invertir en Latinoamérica de que deben estar atentas a factores como la política, la economía y la agitación social.
"Las empresas chinas deben aumentar su capacidad para enfrentarse a los riesgos, conocer bien las leyes y regulaciones locales y mantener una buena comunicación con las autoridades locales", sugirió Sun.
El investigador del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Academia de Ciencias Sociales de China, Xie Wenze, recomienda a las compañías chinas, por su parte, que estén atentas a los cambios políticos en Latinoamérica, y cita como ejemplos los proyectos suspendidos por dichos cambios como el del ferrocarril de Venezuela y el de la central nuclear de Argentina, entre otros.
"La situación actual afectará a la inversión en proyectos relacionados con los recursos, pero los sectores como la agricultura y la alta tecnología todavía tiene gran potencial para las empresas chinas", opinó Sun.