La policía local desmintió hoy un informe sobre disparos contra un vehículo de la policía cerca del lugar donde se realiza la Convención Nacional Republicana en la que Trump será nombrado oficialmente candidato presidencial del partido.
"No hubo disparos contra ninguno de nuestros vehículos de transporte de policía cerca de Quicken Loans Arena", lugar donde se realiza este año la convención republicana, indicó en una declaración el Centro de Información Conjunta de la policía de Cleveland.
"Contactamos todos los vehículos de transporte y todos informaron que no había peligro", añadió la declaración.
La declaración fue una respuesta a una publicación de Twitter hecha por Reuters en la que se indicó que "se hicieron disparos contra un vehículo de transporte de policía cerca del lugar de la convención republicana".
La policía en el lugar reforzó la seguridad en medio del temor a que se produzcan actos de violencia durante el evento de cuatro días.
Hasta ahora, en el segundo día de la convención republicana de este año, las autoridades locales han informado sobre pocos actos de violencia en un momento en el que Cleveland da la bienvenida a la ciudad a alrededor de 50.000 visitantes que vienen por la convención.
Para garantizar la seguridad de la convención, un área de 4,4 kilómetros cuadrados del centro de Cleveland fue designada como zona del evento.
De acuerdo con las directrices de seguridad, está prohibido el ingreso a la zona con una larga lista de artículos cotidianos como comida enlatada, paraguas, bastón para selfis o pelotas de tenis. Sin embargo, como Ohio es un estado de libre portación de armas, las armas de fuego de cualquier tipo están permitidas en la zona del evento siempre y cuando hayan sido adquiridas legalmente.
Según informes, el líder del mayor sindicato de policías de Cleveland cabildeó el domingo con el gobernador de Ohio, John Kasich, para suspender las leyes de libre portación durante la convención republicana y afirmó que permitir a las personas portar armas libremente haría "mucho más difícil" mantener la seguridad en la convención republicana.
La solicitud fue rechazada por Kasich, quien insistió en que no tiene la facultad de suspender las leyes de libre portación de armas.
"Las leyes de libre portación son indignantes", dijo a Xinhua durante una protesta una coronel jubilado del ejército estadounidense, Ann Wright, quien añadió que las leyes ponen en peligro la vida de todos.
"¿Por qué cree la gente que tiene que tener esas armas?", preguntó Wright. "Realmente es porque nuestros políticos están matando de miedo a todos".
Después de los tiroteos de alto perfil de los últimos años, gran parte del debate del país se ha concentrado en si más armas pueden salvar vidas.
Políticos republicanos argumentan que los civiles que cumplen la ley necesitan armas para su protección en caso de un tiroteo y los demócratas luchan por quitar las armas de las manos de posibles terroristas y delincuentes y por establecer la revisión de antecedentes para quienes deseen adquirir armas de fuego.
En mayo, Trump, el nuevo abanderado del Partido Republicano, incluso propuso acabar con las zonas libres de armas después de ganar el apoyo del poderoso grupo de cabildeo Asociación Nacional del Rifle.
Una ley de control de armas laxa sólo facilitará el acceso a un arma a las personas con quejas contra el gobierno o con padecimientos mentales, dijo Wright.
"En ese caso, tener más armas en las calles no será una ayuda", dijo Wright. "Los ciudadanos en la mayoría de los demás países no pueden tener armas, porque el gobierno no quiere que las personas anden por ahí matándose. En Estados Unidos, a nuestros políticos parece no importarles".