Por Esteban Mikkelsen Jensen
BUENOS AIRES, 21 jul (Xinhua) -- El acuerdo entre el gobierno y los clubes argentinos de fútbol para rescindir el contrato con que el Estado transmitía los partidos por canales abiertos de televisión, pone punto final a un ciclo iniciado en 2009 y que generó fuerte polémica.
El gobierno argentino anunció la víspera que aceptaba el pedido para permitir a los clubes de fútbol negociar un nuevo contrato con capitales privados.
La única condición es que sea quien sea el que se haga cargo de televisar el fútbol argentino, mantenga la gratuidad hasta 2019, algo difícil de cumplir debido a los millones de pesos que esperan cobrar las entidades por el nuevo contrato.
El cambio de gobierno en Argentina en diciembre de 2015, inició un camino que tuvo como horizonte el final del contrato, a pesar de que el nuevo presidente, Mauricio Macri, garantizó durante su campaña electoral la continuidad.
La complicada situación económica del país, sumada al plan de la nueva gestión para reducir el déficit fiscal, puso en foco los 2.500 millones de pesos (unos 166 millones de dólares) que el Estado debía desembolsar desde agosto para la próxima temporada.
El fuerte vínculo entre Macri (presidente del club Boca Juniors entre 1995 y 2007) y la dirigencia del fútbol nacional, llevó a idear una jugada que le restara costo político a la decisión.
Los propios clubes solicitaron así hace algunos días al gobierno la rescisión del contrato, que tenía vigencia hasta 2019, debido a la existencia de "una oferta concreta" de una cadena internacional para hacerse de los derechos televisivos.
En 2009, el entonces presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), el fallecido Julio Grondona, firmó un contrato con el gobierno de la ex presidenta Cristina Fernández, mediante el cual el Estado compraba los derechos de transmisión televisiva de todos los encuentros de primera división.
La jugada tuvo entonces como trasfondo político la pelea entre el gobierno y el Grupo Clarín, el más grande a nivel medios de comunicación en el país sudamericano, que desde 1991 tenía en su poder dichos derechos.
Nació así el programa "Fútbol para Todos", a través del cual, el Estado transmitiría los encuentros del deporte más popular del país a través de los canales de la televisión abierta, principalmente del canal estatal, a cambio de cientos de millones de pesos anuales.
Además de un aumento considerable de los fondos que percibirían los clubes por los derechos de transmisión, el compromiso era un saneamiento de la situación financiera de las entidades, acuciadas por los malos manejos que llevaron al borde de la quiebra a la mayoría.
Sin embargo, solamente una parte de ello se cumplió, ya que los aportes estatales para el fútbol aumentaron año con año, mientras los clubes profundizaron la crisis financiera que vivían.
El manejo del dinero del programa "Fútbol para Todos" provocó además una investigación judicial, que terminó con el procesamiento a tres ex jefes de Gabinete del gobierno, así como de varios dirigentes, entre ellos, el ex presidente de la AFA, Luis Segura, sucesor de Grondona.
Se les imputa el delito de mal manejo de fondos públicos, al detectarse el desvío de millones de pesos que presuntamente salieron del Estado pero nunca llegaron a los clubes.
El Estado argentino desembolsó alrededor de 8.000 millones de pesos (unos 530 millones de dólares al cambio actual) por la transmisión televisiva del fútbol nacional desde 2009.
Actualmente, se mencionan tres empresas con posibilidad de obtener los derechos de transmisión por televisión: la estadounidense Turner, la qatarí Al-Jazeera y el local Grupo Clarín. El anuncio aún no se ha hecho oficial.
Toda esta situación se da en medio de una crisis institucional sin precedentes en la AFA, que obligó a la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) a nombrar un comité de regularización de la entidad.
Con el término del programa "Fútbol para Todos", la posibilidad de ver los encuentros de fútbol sin la necesidad de pagar un abono de TV por cable o satelital comienza a ser parte del pasado en Argentina.