SANTIAGO, 23 jul (Xinhua) -- La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, asistió este sábado a uno de los 71 cabildos o encuentros ciudadanos, organizados en todo el país para debatir propuestas para una nueva Constitución.
En el municipio capitalino de Peñalolén, la mandataria hizo un llamado a toda la población habilitada a ser parte de la creación de una nueva Carta Magna para el país, la cual sustituirá a la vigente establecida por el régimen militar de Augusto Pinochet en 1980.
"Es importante que la voz de todos esté incluida en esta discusión sobre el país en que queremos vivir y cómo eso se expresa en una nueva Constitución", dijo la mandataria al indicar que se trata de "un proceso inédito, un momento histórico".
Debido a la alta cantidad de inscritos en ese lugar, las autoridades decidieron extender los encuentros hasta mañana domingo.
Por su parte, la alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá, destacó la participación de los chilenos en el proceso para la creación de la nueva Constitución.
En estos cabildos se debate en torno a la información recogida a través de los casi 9.000 encuentros locales autoconvocados y 82.000 encuestas individuales, las cuales forman parte de la primera fase del proceso para la nueva Carta Magna del país.
El debate ciudadano para la creación de la nueva Constitución finalizará el 6 de agosto con los cabildos regionales para dar paso a la redacción de las "Bases ciudadanas para la Constitución", documento que puede ser entregado a la presidenta antes del término de este año.
Aunque en un inicio los partidos de la derecha, que apoyaron al régimen de Pinochet, plantearon que Chile no necesita una nueva Constitución y que quienes propician una nueva Carta Magna "lo hacen sólo con propósitos políticos populistas", varios de sus líderes han decidido participar de este proceso.
En su Programa de Gobierno, la mandataria se comprometió a elaborar la nueva Constitución en un proceso democrático, institucional y participativo.
En septiembre próximo se iniciará el proceso de redacción de la nueva Carta Fundamental para sustituir la actual, vigente desde que la promulgó en 1980 el general Augusto Pinochet, que se mantuvo durante el régimen de facto y los gobiernos en democracia a partir de 1990.
Durante el gobierno de Ricardo Lagos (2000-2006) se eliminaron aspectos antidemocráticos de la Carta Magna, entre ellos, los senadores designados; el rol de garantes de la institucionalidad que tenían las Fuerzas Armadas; la inamovilidad de los comandantes en jefe; y las atribuciones del Consejo de Seguridad Nacional.
La Constitución mantiene sin embargo el espíritu neoliberal que se impuso en Chile en 1980, así como mecanismos que favorecen a la derecha, pese a ser minoría en el Congreso.
El gobierno de Bachelet plantea que, en el segundo semestre de 2017, presentará ante el Congreso el proyecto de la nueva Constitución.
Antes, a fines de este año, la presidenta enviará al Congreso un proyecto de reforma de la actual Constitución para que, por dos tercios de sus miembros en ejercicio, se establezcan los procedimientos que hagan posible dictar una nueva Carta Fundamental.
La primera alternativa es formar una Comisión Bicameral de Senadores y Diputados, la segunda, formar una Convención Constituyente mixta de parlamentarios y ciudadano y la tercera es la convocatoria a una Asamblea Constituyente.
También se propondrá que el Congreso pueda convocar a un plebiscito, para que sea la ciudadanía la que decida entre las alternativas.
Esa decisión recaerá en el nuevo Congreso elegido en 2017, basada en el nuevo sistema electoral aprobado en 2015, con una nueva ley de partidos y una ley de financiamiento electoral.
Todo ello dará legitimidad, representatividad y transparencia a la nueva Carta Magna de Chile.