El último grupo de la delegación deportiva que representó a Cuba en los recién concluidos XXXI Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, Brasil, retornó este martes a La Habana donde tuvieron una cálida bienvenida por parte de las autoridades de la isla.
Durante el acto de recibimiento en la terminal cinco del aeropuerto "José Martí", Ronald Hidalgo, segundo secretario del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), destacó el "espíritu de lucha y el esfuerzo realizado" de la comitiva en el certamen multideportivo, a donde acudieron con el "compromiso de competir con honor y por el mejor resultado".
A los juegos estivales de la ciudad carioca acudieron deportistas de 207 comités olímpicos y Cuba ocupó el lugar 18 de la tabla general con 11 medallas, de ellas cinco de oro, dos de plata y cuatro de bronce.
"Resultó extraordinario que los representantes de una isla pequeña y bloqueada (económicamente por Estados Unidos) se entregaron siempre por mantenerse en la élite del deporte mundial", subrayó Hidalgo.
En nombre de los 124 deportistas del país caribeño que asistieron a Río 2016, el boxeador Arlen Rodríguez, campeón olímpico y mundial de los 75 kilogramos, agradeció la acogida y aseveró que regresan con "la bandera en alto tras defenderla en dura batalla en la que siempre los acompañó el compromiso con el pueblo".
"Hubiéramos querido más porque para eso trabajamos, pero nunca faltó la entrega y el sacrificio en cada uno de los escenarios para una vez más ser fieles representantes de este gran pueblo", concluyó.
El grupo estuvo encabezado por los cinco medallistas dorados: los púgiles Robeisy Ramírez (56 kg) y Julio César La Cruz (81), además de Rodriguez, y los gladiadores de la modalidad grecorromana Mijaín López e Ismael Borrero.
Asistieron a la recepción el presidente del Comité Olímpico Cubano, José Ramón Fernández, y el presidente del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder), Antonio Becali, entre otros dirigentes del gobierno, organizaciones políticas y sociales.