El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) advirtió hoy sobre las devastadoras consecuencias de la insurgencia de Boko Haram sobre los niños de la cuenca del lago Chad en Africa.
Unicef señaló que años de violencia de los militantes extremistas han conducido a un agravamiento de la crisis humanitaria que ha desplazado a 1,4 millones de niños y ha dejado a al menos un millón más atrapados aún en zonas de difícil acceso.
Casi medio millón sufrirán este año desnutrición severa, en comparación con los 175.000 de principios de año, dijo Unicef en un informe dado a conocer el jueves y agregó que cerca de 38 niños han sido usados además para realizar ataques suicidas en la región en lo que va del año.
La cuenca del lago Chad es la mayor cuenca de drenaje endorreico en Africa centrada en el lago Chad. No tiene salida al mar y contiene grandes áreas de desierto o de sabana semiárida. La cuenca se extiende por siete países, incluyendo la mayor parte de Chad y una gran parte de Níger.
Por toda la cuenca del lago Chad, la ONU estima que más de nueve millones de personas necesitan ayuda humanitaria.
Unicef ha señalado que las necesidades humanitarias están superando a la respuesta, sobre todo ahora que nuevas áreas previamente inalcanzables en el noreste de Nigeria se han vuelto accesibles.
La agencia de la ONU ha recibido sólo 13 por ciento de los 308 millones de dólares que necesita para ayudar a las familias afectadas por la violencia de Boko Haram en Nigeria, Níger, Chad y Camerún.
"La crisis del lago Chad es una crisis de niños que debe ocupar un sitio alto en la agencia mundial sobre migración y desplazamiento", dijo Manuel Fontaine, director regional de Unicef para el Oeste y el Centro de Africa.
El informe fue emitido antes de la Cumbre de la ONU sobre Refugiados y Migrantes que se realizará el 19 de septiembre con el fin de dirigir la atención mundial a los niños migrantes y a los niños dejados atrás.
El informe también menciona el impacto que la insurgencia de Boko Haram ha tenido sobre los niños de Nigeria, Camerún, Chad y Níger y sus devastadores estragos entre los niños.
Además de los 2,6 millones de desplazados actuales se teme que otros 2,2 millones de personas, más de la mitad de los cuales son niños, se encuentren atrapados en áreas controladas por Boko Haram y requieran asistencia humanitaria, indicó el informe.
Se calcula que 38 niños han sido usados para realizar ataques suicidas en la cuenca del lago Chad en lo que va del año, con lo que se eleva a 86 el número total de niños utilizados como agresores suicidas desde el 2014, agregó el informe.
Cerca de 475.000 niños en la región del lago Chad sufren de desnutrición severa este año, en comparación con los 175.000 de principios de año, señala el informe.
Sólo en el noreste de Nigeria, cerca de 20.000 niños han sido separados de sus familias, agregó.
Por otra parte, el informe señala que la mayoría de los desplazados, más de ocho de cada 10 personas, se alojan con familiares y vecinos, lo que ejerce una presión adicional sobre algunas de las comunidades más pobres del mundo.
"Las comunidades locales están compartiendo lo poco que tienen para ayudar a los necesitados en un acto de humanidad que se repite en miles de hogares en las zonas afectadas por conflictos", dijo Fontaine.
Unicef está trabajando con sus socios para cubrir las necesidades básicas de los niños y sus familias en las áreas afectadas por conflictos. En lo que va del año, 170.000 niños han recibido apoyo psicológico, cerca de 100.000 han sido tratados por desnutrición severa y más de 100.000 han participado en programas de aprendizaje.
Unicef ha exhortado a la comunidad de donadores a intensificar su apoyo para las comunidades afectadas. Recursos adicionales ayudarán a Unicef y a sus socios a incrementar su respuesta.