Finaliza XVII Cumbre del MNOAL con llamamiento a reformar ONU y compromiso para mantener la paz

Actualizado a las 19/09/2016 - 15:19

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La XVII Cumbre del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) que se desarrolló en la venezolana Isla de Margarita desde el pasado 13 de septiembre hasta este domingo, culminó con el llamamiento unísono a reformar la ONU y el compromiso para preservar la paz mundial.

Durante la plenaria multilateral estuvieron presentes 136 delegaciones provenientes de Estados de Africa, Asia y América Latina, dentro de las cuales figuraron unos 14 presidentes y primeros ministros.

Venezuela, que asumió la presidencia pro tempore del bloque hasta el año 2019, dio lectura al acuerdo final que los 120 Estados miembro denominaron la "Declaración de Margarita", compuesto por un total de 21 puntos trascendentales.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró que "es un documento histórico" que recoge "puntos nodales" para la "democratización de las relaciones y un mundo donde podamos vivir".

Uno de los asuntos presentes en el texto es la transformación de la ONU que, según Maduro debe ser "refundada", y para lo cual cuentan con un MNOAL que tiene "el patrimonio, fuerza, liderazgo y los votos para avanzar" decisivamente en ese proceso.

Los Estados presentes consideraron que deben asegurarse de que "la reforma del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sea total", incluyendo la Asamblea General desde donde se pueda impulsar una Secretaría que sea más "eficiente y eficaz".

Otro de los elementos apuesta por "consolidar y revitalizar el Movimiento" a fin de "preservar su legado y vigencia histórica y, por ende, garantizar su fortaleza, cohesión y capacidad de recuperación sobre la base de la unidad en la diversidad y solidaridad de sus Estados miembros".

Los debates generados durante la XVII cumbre del MNOAL, giraron también en torno a la importancia de unificar fuerzas para encarar el terrorismo y el extremismo violento, "que constituye una de las más graves amenazas a la paz y seguridad internacionales".

En ese sentido, el MNOAL condenó, además "la destrucción del patrimonio cultural y de sitios religiosos, así como los crímenes de lesa humanidad por parte de grupos terroristas, entre otros, por motivos de religión o credo".

Ratificaron su compromiso para la consolidación del orden internacional, "promoviendo la solución pacífica de controversias (...) a fin de contribuir al logro de dicho objetivo y salvar a las futuras generaciones del flagelo de la guerra y el conflicto armado".

Luego de dos días de debate en plenaria de Jefes de Estado y de Gobierno, incluyeron de la misma forma la situación de Oriente Medio y el derecho de Palestina sobre su territorio, por lo cual rechazaron la "ocupación ilegal" del gobierno de Israel en la Franja de Gaza.

Asimismo, consensuaron trabajar en el desarme y la seguridad internacional, asunto mencionado, entre otros, por el Alto Representante para Asuntos de Desarme de la ONU, Kim Wom-soo, quien pidió a los Estados "firmar y ratificar" todos los instrumentos relacionados con el desarme nuclear.

Asimismo, las 120 naciones acordaron "trabajar hacia la plena aplicación del Programa 2030 para el Desarrollo Sostenible" y reafirmaron la necesidad de lograr las 17 Metas del Desarrollo Sostenible del Programa y sus 169 objetivos para todas las naciones y pueblos".

Al sentirse "alarmados" por el aumento de la emisión de gases de efecto invernadero en el mundo, ratificaron que "el cambio climático es uno de los desafíos más grandes de estos tiempos".

"Por tanto, instaron a los países desarrollados a cumplir sus compromisos de otorgar financiación, transferir tecnología adecuada y fomentar las capacidades de los países en desarrollo", apunta la Declaración de Margarita.

En otro orden de ideas, los No Alineados "reiteraron que la Cooperación Sur-Sur es un elemento importante de la cooperación internacional para el desarrollo sostenible de sus pueblos", al tiempo que aclararon que funge como "complemento y no como sustituto de la Cooperación Norte-Sur".

Finalmente, llamaron a fortalecer el nuevo orden mundial de la información y comunicación "arraigado a los procesos históricos y culturales", y exhortaron a los medios de países desarrollados a respetar la formulación de opiniones de los que están en vías de desarrollo.