SAN JOSE, 20 sep (Xinhua) -- El presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, manifestó hoy en la 71ª Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que su país se compromete a reducir los tiempos en que se procesan las solicitudes de refugio y los costos del carnet de refugiado, informó la Presidencia del país centroamericano.
El mandatario costarricense afirmó los compromisos durante su intervención en el encuentro de la ONU y aseguró que son parte de una serie de acciones para optimizar las condiciones que enfrentan las personas que buscan protección internacional en Costa Rica.
Solís también destacó que su nación procurará ofrecer becas de estudio a las personas refugiadas con el apoyo de la Universidad para la Paz, como parte de lo que denominó "una respuesta integrada" al creciente arribo de esta población al territorio costarricense.
El presidente además destacó que las medidas propuestas se unirán a otras que ya se ejecutan, como el rediseño de las tarjetas de identidad de las personas refugiadas en Costa Rica y el programa de reubicación de refugiados que coordina con la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Solís fue enfático y destacó en su intervención la magnitud del crecimiento de la cantidad de personas que buscan protección en Costa Rica, en gran medida provenientes de los países del "Triángulo Norte" centroamericano (Honduras, El Salvador y Guatemala).
"Solamente en el primer semestre del 2016, hemos reconocido como refugiadas a 215 personas. En razón del recibo de solicitudes de refugio y el porcentaje promedio de aprobaciones, se estima que acogeremos a más de 3,000 refugiados en los próximos cinco años, en adición a los miles que ya tenemos en Costa Rica", calculó el mandatario.
Solís además resaltó la labor social de su país y sus esfuerzos para garantizar "el acceso de las personas refugiadas a programas nacionales de combate a la pobreza, desarrollo social y apoyo al emprendimiento".
Por otra parte, el mandatario costarricense reiteró que su país también se compromete a garantizar" el goce pleno de sus derechos humanos" a la población migrante, a pesar de que haber recibido a unas 20.000 personas que ingresaron de forma irregular en los últimos meses.
Solís señaló que atender a las poblaciones migrantes y refugiadas es un reto de la nación que dirige, pero que además "merece el compromiso y la cooperación de todos los Estados".