Por Han Qiao (China Features)
Cada vez que Ai Yuanxi, un seudónimo, enciende la televisión las primeras fotografías que ve son las de su hijo. Él vive en Berlín y le envía instantáneas de su nieto de 16 meses a la televisión cada día.
"Es increíble que pueda recibir fotografías en la televisión", indica la abuela de 65 años, que vive en la ciudad oriental de Hangzhou. "Es práctico y las fotografías se ven mucho más grandes que en el teléfono móvil o en la pantalla del ordenador. Es como si mi nieto estuviera enfrente", añade.
La caja de televisión de Ai está especialmente diseñada para los mayores. La televisión tiene funciones propias de una computadora, pero el teclado del control remoto es mucho más fácil de usar.
Su cuello y sus ojos no sufrirán por las horas que pasa frente a la televisión tanto como lo harían si ella estuviera mirando una pantalla de ordenador.
Con el envejecimiento de la población china, los productos que se basan en internet se están volviendo más amigables para los mayores, quienes están menos familiarizados con la tecnología.
Estos productos inteligentes pueden ayudar a los padres y a sus hijos a mantener una distancia confortable, mientras mantienen estrechos los lazos sin implicarse mucho en la vida del otro.
China tiene la población anciana más numerosa del mundo, con 222 millones de personas superando los 60 años para finales de este año, lo que supone el 16,1 por ciento de la población total, según el Ministerio de Asuntos Civiles.
El número de nidos vacíos está creciendo rápidamente con la gente joven dejando sus hogares natales en el campo para buscar oportunidades en la ciudad. En las grandes urbes, el problema es menos grave, pero más complicado, particularmente entre las familias con niños con una buena educación, ya que su descendencia se va al extranjero.
Jiang Feng, fundador de Judou Technology Company, explica que los compradores y usuarios de las cajas de televisión Judou son diferentes. Los compradores tienen una media de 30 años mientras que los usuarios suelen ser sus padres, cuya promedio de edad ronda los 60 años.
"Muchos hijos se sienten mal por dejar a sus padres. El aparato les permite estar conectados", argumenta Jiang.
La caja permite al joven descargar una película directamente desde internet en la televisión de sus padres, que pueden estar a miles de kilómetros. También permite a los padres usar la videoconferencia.
Los padres pueden mantener una videoconferencia en la televisión mientras que el hijo puede responderla a través de una videollamada en su celular.
Jiang destacó que los mayores son curiosos respecto a las nuevas tecnologías, al igual que los jóvenes, pero el miedo de no saber utilizarlas les intimida. "Por lo tanto, cuando diseñamos productos para ellos, mi principio rector es hacer que les sea fácil usarlos".
Liu Bei, otro seudónimo, de 77 años, no deja que su marido vaya solo a caminar si no lleva un reloj que también puede emplearse como teléfono, con un botón de emergencia y GPS.
Su marido, de 87 años, que ha empezado a mostrar señales de Alzheimer, se cayó cuando paseaba. Presionó el botón de emergencia, mandando una alerta instantánea a los celulares de Liu, a su hijo y nuera. Rápidamente Liu bajó las escaleras y le encontró usando el rastreador GPS.
Su marido también tiene numerosas afecciones crónicas. Necesita tomar pastillas dos veces al día para tratarse la hipertensión y sufre de un ritmo cardíaco irregular. Cuando su corazón se acelera, no puede tomarlas.
El reloj Aiqiangua, un regalo de su hijo, le informa a tiempo real del ritmo cardíaco cuando lo lleva y siempre lo revisa antes de tomarse las pastillas. "Es muy inteligente. Nos gusta mucho", apunta Liu.
El gobierno chino ha publicado políticas para fomentar el desarrollo de productos inteligentes con el fin de afrontar el desafío del envejecimiento de la población.
Du Peng, profesor de estudios del envejecimiento de la Universidad Renmin de China, explica que los dispositivos inteligentes ayudan a los mayores en su vida diaria, pero el suministro de estos productos es insuficiente y muchos de ellos son complicados para los mayores.
El siguiente paso del desarrollo, resalta Du, debería ser dispositivos inteligentes conectados a servicios médicos y otros locales para los mayores. En una emergencia médica, los centros médicos cercanos podrían ser informados inmediatamente, acelerando la ayuda.
"Esto requiere el esfuerzo de toda la sociedad, incluyendo el gobierno, las instituciones médicas y las compañías", subraya Du.
Ai Yuanxi viaja de vez en cuando al extranjero. Ella ha visitado a su hijo en Europa y ha estado en Egipto y la República de Corea. Guarda sus fotos en la caja Judou.
Ella a veces contempla las fotografías de gratos recuerdos en la televisión acompañadas con música. "Me hace sentirme feliz", explica.
Du destacó que "la innovación en la tecnología inteligente ayuda a los mayores a vivir unas vidas más interesantes y dignas".