SAN JOSE, 22 sep (Xinhua) -- El volcán Turrialba de Costa Rica realizó hoy una nueva erupción de gases y cenizas que elevó la columna de materiales a más de 2.000 metros sobre su cráter, según reportó el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori).
La erupción se registró pasadas las 03:20 horas de la mañana (09:20 GMT) y fue la segunda que supera los 2.000 metros de elevación desde el pasado 19 de septiembre, cuando el volcán expulsó materiales a más de 4.000 metros de altura.
El volcán se ubica en la provincia de Cartago, 37 kilómetros al este de la capital, San José, y se encuentra en una etapa de actividad intermitente desde finales del año 2015.
Según reportó el Ovsicori, las cenizas expulsadas por el volcán se dirigen hacia el oeste del cráter, sitio en el que se encuentra el Valle Central de Costa Rica.
Las principales ciudades de las provincias de Cartago, Alajuela, Heredia y San José se ubican en el Valle Central, zona que además registra la mayor densidad poblacional en el país centroamericano.
El Ovsicori realiza sus proyecciones de dispersión de cenizas con base en la dirección del viento que registra el Instituto Meteorológico Nacional (IMN), a través los de datos que obtiene de su estación meteorológica ubicada en la cima del coloso.
La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) recomendó distintas medidas a la población costarricense para no exponerse a los materiales volcánicos y señaló que "se mantiene en monitoreo constante de la actividad del volcán".
La ceniza volcánica es perjudicial para la salud de personas y animales ya que puede afectar las condiciones de su piel, el funcionamiento de sus vías respiratorias y su visión.
Los materiales volcánicos, además, pueden quemar cultivos, contaminar alimentos y fuentes de agua, también oxidar estructuras metálicas de coches, viviendas y edificios.
La actividad del volcán ha ocasionado una importante caída de ceniza en la zona central de Costa Rica durante la última semana, lo que incluso obligó a la CNE a decretar una alerta amarilla de precaución en las zonas aledañas al coloso.
La caída de materiales también ocasionó el cierre parcial del aeropuerto Juan Santamaría (principal puerto de acceso a Costa Rica) ente la tarde de 19 y la mañana del 21 de septiembre, afectando los vuelos de aproximadamente 3.000 pasajeros.