El Banco Central del Uruguay (BCU) confirmó hoy el sesgo contractivo de la política monetaria con una previsión del crecimiento entre 1 y 3 por ciento en la cantidad de dinero circulante para el trimestre de octubre a diciembre.
Así lo anunció la entidad financiera tras la reunión de su Comité de Política Monetaria (Copom), que analizó "el contexto macroeconómico global y doméstico y evaluó la marcha de la política monetaria", según un comunicado oficial.
En el trimestre julio a septiembre el rango de referencia indicativo del crecimiento de los medios de pago también era de entre 1 y 3 por ciento interanual.
"Esta evolución de los agregados monetarios debería llevar a la economía a una senda gradual de convergencia hacia el rango meta de inflación (3-7 por ciento), sin generar efectos indeseados sobre el nivel de actividad y el empleo", señaló el Copom.
El comité agregó que "tanto la inflación efectiva (8,9 por ciento anualizada) como las expectativas de los agentes se mantienen por encima del rango objetivo, pero en el último trimestre se ha producido un significativo descenso en el ritmo de crecimiento de los precios, tanto en lo referido a la inflación explícita como a la inflación subyacente".
"Esto ha sido acompañado por un descenso en las expectativas de inflación por parte de los agentes", agregó el Copom.
En 2013, el BCU dejó de utilizar la tasa de referencia y pasó a manejar el agregado M1 ampliado (suma de la emisión de dinero en poder del público, los depósitos a la vista y las cajas de ahorro en el sistema bancario).
Entre abril y junio, el producto interno bruto (PIB) de Uruguay creció 1,4 por ciento interanual y tuvo una variación nula frente al primer trimestre, luego de expandirse 1 por ciento en 2015.