Las permutas de deuda por capital que China acaba de poner en marcha reducirán sustancialmente los niveles de deuda de las compañías endeudadas y no se pondrá límites máximos a la aplicación del mecanismo, informó hoy jueves Zhao Chenxin, portavoz de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (CNDR), el máximo órgano planificador económico del país.
El efecto de desapalancamiento del programa será obvio y los resultados de una simulación del modelo muestran que la relación entre deuda y activos de muchas compañías disminuirá entre 10 y 20 puntos porcentuales, indicó Zhao.
El Consejo de Estado de China, el gabinete del país publicó el lunes una directriz sobre las largamente debatidas permutas de deuda por capital y se comprometió a que el mecanismo se ejecute de forma ordenada en un momento en el que el país está intensificando sus esfuerzos para aliviar la elevada deuda corporativa.
El proyecto ayudará a aliviar sustancialmente las cargas financieras de las empresas y su resultado y eficacia definitiva "dependerán de las negociaciones entre las empresas y sus acreedores", explicó Zhao, en una conferencia de prensa.
El alto apalancamiento corporativo en China ha sido una gran amenaza a la rentabilidad de las compañías y la estabilidad financiera del país.
La creencia generalizada es que este tipo de permutas benefician tanto a los bancos como a las compañías con problemas, ya que reducen la presión sobre las empresas y mejoran los balances de los bancos, además de liberar mayores capitales para la inversión.
Esta ronda del programa de conversión de deuda en capital está orientada al mercado y su alcance no está predeterminado, recalcó Zhao.