El apoyo de Estados Unidos al inicio de un diálogo político entre el gobierno de Venezuela y la oposición puede formar parte de una "doble agenda", consideró el historiador y analista internacional, Omar Galíndez.
Para el profesor de la Universidad Central de Venezuela, "no es casual" la visita a suelo venezolano del subsecretario de Estado de EEUU para Asuntos Políticos, Thomas Shannon, y menos en un momento en que se conversan bilateralmente los aspectos más trascendentales del país.
"Estados Unidos juega a sus intereses, y pareciera que con esta visita están buscando la manera de que el gobierno venezolano acepte el llamado al referendo revocatorio", dijo Galíndez en entrevista a Xinhua.
La presencia de Shannon ya estaba anunciada desde el pasado 26 de septiembre, tras un encuentro entre el presidente Nicolás Maduro y el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, en Cartagena de Indias, Colombia.
No obstante, más allá de los esfuerzos que de manera bilateral puedan erigirse para encaminar a una normalización de las relaciones Venezuela-EEUU, la administración de Barack Obama "tiene inevitables intereses" que van más allá de la buena voluntad para este propósito, aseguró el experto.
"La verdadera intención de Washington es que se realice un referendo revocatorio presidencial, y presionar para que esta consulta se desarrolle en las condiciones que ellos proponen, es decir realizarla inmediatamente", opinó.
Sin embargo, es precisamente el referendo uno de los temas contemplados en las cuatro mesas de conversación consensuadas por el Ejecutivo y la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) el pasado 30 de octubre, con la compañía de un representante del Vaticano y de la Unión de Naciones Suramericanas.
Por ende, "no tendría cabida" hacer presión para que la consulta popular que, cabe destacar, ha sido suspendida temporalmente por el Consejo Nacional Electoral (CNE) venezolano, se efectúe de manera inmediata, señaló el experto.
El también magíster en Relaciones Estados Unidos-América Latina de la American University Washington D.C, explicó además que el referendo revocatorio "ha sido obstaculizado por la propia oposición venezolana" .
Esta situación acentúa las dudas acerca de si la oposición realmente quiere encaminarse hacia este mecanismo, sostuvo Galíndez, quien argumentó su idea en las irregularidades en las que incurrió la MUD a la hora de presentar las firmas necesarias para activar la iniciativa.
Tras constatarse estas anomalías, la decisión del Poder Electoral de paralizar el proceso motivó a su vez que se acelerara una reunión exploratoria para el diálogo político, luego de meses de fallidos intentos.
Ante la imposibilidad de desarrollo del referendo revocatorio este año, sumado a la "capacidad de maniobra" que ha tenido el gobierno de Maduro para preservarse en el poder, hace pensar a Washington en una "nueva estrategia" hacia Venezuela, sostuvo el historiador.
Es preciso destacar que 2016 ha sido considerado el "peor año" de la economía venezolana, a lo cual se aúna una crisis política sin precedentes.
"En ese sentido Estados Unidos busca pescar en río revuelto (aprovecharse de las dificultades), siendo que ha apostado al derrocamiento del gobierno venezolano a través de una guerra no convencional que no les ha funcionado", explicó Galíndez.
En junio pasado Venezuela y Estados Unidos convinieron en iniciar una serie de conversaciones bilaterales, en aras de un óptimo acercamiento diplomático luego de meses de tensiones.
"Hay que considerar que el intento de acercamiento se ha hecho en más de una oportunidad durante el gobierno de Maduro, y ha sido por parte de Estados Unidos que no ha continuado, y se ha desmeritado un poco la asistencia permanente para lograr una regularización de la relaciones", afirmó Galíndez.
El gobierno estadounidense extendió el pasado 9 de marzo la Orden Ejecutiva que decreta a Venezuela una "amenaza inusual y extraordinaria" para Washington, lo cual motivó el incremento de las diferencias.
La derogación de esa orden persiste como una demanda de Caracas, añadió el analisita venezolano.
Por ello es que la regularización de las relaciones entre ambos países, dependen así en buena medida de la realidad política interna de Venezuela y de sus futuros escenarios, reiteró.