El gobierno de Brasil afirmó hoy tras las manifestaciones contra la corrupción realizadas en un centenar de ciudades, que los actos muestran "la fuerza y la vitalidad" de la democracia.
La presidencia brasileña destacó que "miles de ciudadanos expresaron sus ideas de forma pacífica y ordenada", y que ese "comportamiento ejemplar demuestra el respeto cívico que fortalece aún más nuestras instituciones".
"Es necesario que los poderes de la República estén siempre atentos a las reivindicaciones de la población brasileña", agregó en un comunicado.
Los manifestantes salieron a las calles este domingo para apoyar las investigaciones de la Operación Lava Jato (lavadero), acerca de los desvíos en la petrolera estatal Petrobras, que involucra a más de un centenar de políticos.
De acuerdo a la Policía Militar, los actos sumaron unas 75.000 personas en unas 80 ciudades brasileñas, mientras que los organizadores afirman que superaron las 400.000 personas.
Las protestas tuvieron como destinatarios preferidos al líder del Senado, Renan Calheiros, y de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, ambos aliados del presidente Michel Temer.
Los legisladores entraron en ruta de colisión con el poder judicial después de alterar un paquete de 10 medidas contra la corrupción propuestas por el Ministerio Público e incluir una cláusula para que jueces y fiscales sean juzgados por el delito de responsabilidad en caso de abuso de poder.
El Supremo Tribunal Federal (STF) aceptó además esta semana una denuncia contra Calheiros por desvío de fondos públicos, convirtiéndolo en reo de una causa que puede poner en riesgo su cargo al frente del Legislativo.
El presidente del Senado divulgó la tarde de este domingo un comunicado en el que afirma que las manifestaciones son "legítimas", y recordó que la cámara alta endureció las penas contra los actos ilícitos de agentes públicos.
Calheiros señaló que el Senado "continúa permeable y sensible" a las demandas sociales, así como lo hizo en 2013, "cuando votó las 40 propuestas contra la corrupción en menos de 20 días, entre ellas la que agrava el crimen de corrupción y lo caracteriza como 'hediondo'".
A su vez, el presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, dijo que el cuerpo legislativo recibe "con respeto" las manifestaciones "legítimas y democráticas".
"Manifestaciones de este tipo, en carácter pacífico y ordenado, sirven para oxigenar nuestra joven democracia y fortalecen el compromiso del poder legislativo con el debate democrático y transparente de ideas", señaló.