Las tendencias proteccionistas, la evolución de los flujos de remesas y las posibles modificaciones en las políticas migratorias configuran escenarios de incertidumbre y riesgos en América Latina y el Caribe para 2017, de acuerdo con la CEPAL.
El director de la División de Desarrollo Económico de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Daniel Titelman, prevé un escenario económico incierto el próximo año, según una entrevista difundida hoy por el organismo de Naciones Unidas en su página de internet.
Titelman analizó la evolución macroeconómica de la región desde la crisis financiera de 2009 y las principales conclusiones del informe anual "Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2016", presentado la semana pasada por la CEPAL.
Según la CEPAL, la región finalizará 2016 con una contracción promedio de 1,1 por ciento, con América del Sur como la subregión más afectada, con una caída de 2,4 por ciento, mientras que el Caribe se contraerá 1,7 por ciento y Centroamérica tendrá un crecimiento positivo de 3,6 por ciento.
Titelman dijo que ese mal desempeño está vinculado con el fin del "superciclo" de las materias primas, lo cual provocó una caída en los ingresos por exportaciones y generó a su vez menos ingresos fiscales.
A eso se añadió un ciclo negativo de la dinámica de la inversión, que ya lleva ocho trimestres consecutivos, y una desaceleración del consumo.
"Para 2017 se prevé que, tras dos años seguidos de contracción, la región tenga un modesto crecimiento de 1,3 por ciento. América del Sur repuntaría con un alza en su PIB (Producto Interno Bruto) de 0,9 por ciento, mientras que el Caribe crecería 1,3 por ciento y Centroamérica se expandiría 3,7 por ciento", apuntó.
No obstante, "los últimos acontecimientos mundiales generan situaciones de incertidumbre que ya han obligado a revisar a la baja algunas previsiones de crecimiento", agregó.