El mercado inmobiliario de las grandes ciudades chinas continúa estabilizándose después de que las autoridades interviniesen con una serie de medidas para contener el incremento de los precios, según un estudio oficial publicado hoy miércoles.
De las 70 ciudades grandes y de tamaño medio analizadas, 45 registraron en enero subidas intermensuales de los precios de la vivienda nueva, por debajo de las 46 de diciembre y 55 de noviembre, según los datos dados a conocer por el Buró Nacional de Estadísticas (BNE).
En Beijing, los precios de la vivienda nueva se mantuvieron sin cambios con respecto al mes anterior, mientras que en Shanghai cayeron un 0,1 por ciento. En Shenzhen, una metrópolis sureña vecina de Hong Kong, el descenso fue del 0,5 por ciento.
En la comparación interanual, los precios de la vivienda de las tres ciudades subieron un 24,7 por ciento, un 23,8 por ciento y un 18,2 por ciento, respectivamente.
Según el BNE, los precios de la vivienda nueva en las ciudades de segunda clase ascendieron un 0,1 por ciento intermensual, 0,1 puntos porcentuales menos que en diciembre.
Las ciudades de tercer nivel experimentaron subidas intermensuales de un 0,4 por ciento de los precios, el mismo ritmo que el mes previo.
"El crecimiento mensual en las 15 ciudades de primera clase y en las principales ciudades de segunda clase se ha desacelerado y los precios de la vivienda se han estabilizado, ya que las políticas de control adoptadas por los gobiernos locales han surtido efecto", señaló el estadístico del BNE Liu Jianwei.
Desde octubre, decenas de ciudades chinas han anunciado medidas, como límites a la compra y restricciones en el acceso a hipotecas, para evitar que los precios suban sin control.
La ronda más reciente de restricciones inmobiliarias se produjo después de dos años de una política de relajación progresiva, que empezó con el aflojamiento de las restricciones a la compra en 2014. El ímpetu fue aún más propulsado por las políticas gubernamentales a favor del crecimiento, incluidas las reducciones de los tipos de interés y unos requisitos de depósito más bajos.
La recuperación del sector, sin embargo, ha sido desigual, ya que las zonas económicamente fuertes registran drásticos incrementos de precios, y las menos desarrolladas todavía registran enorme inventarios de viviendas no vendidas.
Los líderes de China han prometido limitar estrictamente el flujo de crédito a la compra especulativa en el mercado de la vivienda y controlar las burbujas de activos en 2017.
Durante la Conferencia Central de Trabajo Económico celebrada en diciembre de 2016, los elaboradores de políticas pidieron medidas integrales para construir un mecanismo a largo plazo y orientado por el mercado que pueda reducir las burbujas inmobiliarias y evitar grandes fluctuaciones del mercado.
En las ciudades donde los precios están subiendo rápidamente, los gobiernos locales deben incrementar el suministro de terrenos y la cuota de la vivienda residencial, según un comunicado publicado tras la conferencia.
"El efecto de las vacaciones de la Fiesta de la Primavera, que duraron una semana, provocó un débil volumen de ventas, mientras que las medidas del gobierno para contener las subidas de los precios en las principales ciudades amplificaron el efecto", explicó Xia Dan, alto investigador del Banco de Comunicaciones, uno de los cinco grandes bancos comerciales del país.
En opinión del analista jefe de la consultora de información inmobiliaria Centaline, Zhang Dawei, medidas como los límites para la compra y el refuerzo a las restricciones a las hipotecas fueron efectivas ya que los precios de la vivienda nueva residencial en las principales ciudades chinas se incrementaron más lentamente que los de las existentes.
Zhang pronosticó que la subida de los precios de vivienda nueva continuarán desacelerándose en el futuro.