Millones de cubanos desfilaron este 1 de mayo, Día Internacional de los Trabajadores, en alegres, coloridas y festivas marchas efectuadas desde tempranas horas en cada provincia del país caribeño.
Niños, jóvenes, adultos, obreros, jubilados y pueblo en general desbordaron las calles de la isla motivados por el compromiso de continuar perfeccionando el proyecto socialista de la Revolución y defender el legado de su fallecido líder histórico, Fidel Castro.
En el marco de la celebración, la más masiva que se realiza en la isla, generaciones de cubanos gritaron a una sola voz "¡Yo soy Fidel!", como tributo a la reciente partida el pasado 25 de noviembre del emblemático dirigente a sus 90 años de edad.
Este 1 de mayo, el primero sin la presencia física de Fidel y el último de su hermano Raúl Castro en la presidencia de Cuba, tiene marcadas connotaciones para el pueblo de la Mayor de las Antillas.
En la celebración estuvo presente el jefe de Estado, Raúl Castro, quien muy afable saludó durante la hora y 30 minutos que duró la movilización en la capital a todos los que por allí pasaron.
A su lado se encontraban los máximos dirigentes políticos del país e invitados especiales, como el caso del secretario general de la Federación Sindical Mundial (FSM), George Mavrikos, entre otros.
Al entusiasmo de siempre se sumó la voluntad expresa de los millones de asistentes a las movilizaciones convocadas en todo el país, de mantener lo logrado hasta la fecha.
Estas reivindicaciones convirtieron al Día Internacional de los Trabajadores en una verdadera fiesta popular de la clase obrera.
"Venimos también para reafirmar nuestro compromiso de seguir adelante perfeccionando la obra de la Revolución", expresó a Xinhua el joven Manuel Domínguez, quien labora en el sector de turismo y es residente de La Habana.
Manuel fue uno de los protagonistas del multitudinario desfile que tuvo lugar durante esta jornada en la capitalina Plaza de la Revolución.
"Y hacer con nuestro trabajo y con nuestras propias decisiones, sin la intromisión de nadie de afuera, el socialismo cubano cada día más próspero y sostenible", señaló.
Otra de las protagonistas, Caridad Fernández, compartió también con Xinhua las razones por las que desde hace más de 25 años asiste a cada concentración del 1 de Mayo.
"He venido cumpliendo con mis principios y a reafirmar mi agradecimiento eterno a la Revolución y a Fidel por haberme formado como la profesional que soy hoy", sostuvo.
Agradeció haberle "brindado dignidad, libertad para decidir mi futuro y por respetar mis derechos como ser humano. Eso es lo que me motiva a venir cada año, como al resto de los cubanos".
Igualmente, Daniel Martínez, trabajador del sector eléctrico, manifestó sentirse particularmente emocionado en esta jornada porque, a su juicio, se avecinan nuevos retos.
En tal sentido, lo llena de satisfacción y optimismo apreciar la unidad del pueblo y la convicción de los jóvenes en torno a la decisión de preservar el modelo socialista cubano con características propias, iniciado en 1959 y defendido hasta nuestros días.
"Aquí se respira mucho compromiso con la Revolución y con el socialismo, con esta patria que nos lo ha dado todo sin pedir nada a cambio. Vamos a ser incondicionales, siempre vamos a estar con Fidel, Raúl. Esta es nuestra Cuba y no queremos otro país", indicó.
Al casi millón de cubanos participantes en el acto central celebrado en La Habana se unieron más de 1.600 representantes de agrupaciones gremiales, instituciones y movimientos sociales de 86 países, que viajaron a la capital cubana para formar parte de la celebración.
"Consideramos que la Revolución Cubana es de toda Latinoamérica y tenemos un amor fraternal por Cuba. Este día celebrarlo aquí y con este pueblo es un momento único", señaló el argentino Alejandro Bobadilla.
El visitante comentó que "ojalá que en Argentina se festejara igual, porque el pueblo la está pasando muy mal con despidos, desempleo, represión".
La marcha del Día Internacional de los Trabajadores con el lema "Nuestra fortaleza es la unidad" cerró en Cuba al ritmo de la contagiosa conga (baile de origen africano acompañado de tambores), en medio de banderas, carteles y afiches con la imagen de Fidel.
Fue otra demostración de que ciertamente "la unidad" es la clave para superar los desafíos futuros y emprender nuevas quimeras en la constante búsqueda por reivindicar cada día a la clase obrera, tanto del sector estatal como privado, motor del desarrollo y el progreso.