El presidente de Rusia, Vladimir Putin, y su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, acordaron hoy levantar las medidas restrictivas para el comercio mutuo y trabajar juntos para resolver el conflicto sirio durante una reunión en Sochi, Rusia.
"Ahora podemos decir con total confianza que se ha concluido el proceso de restablecimiento de las relaciones ruso-turcas y estamos regresando a la interacción normal entre los socios", dijo Putin en una conferencia de prensa después de la reunión.
En este contexto, los dos países acordaron una solución compleja para los problemas relacionados con las restricciones porque "todas las restricciones destruyen la economía y dañan a nuestros productores", dijo el presidente.
De acuerdo con Putin, se levantarán las restricciones en todos los ámbitos comerciales, excepto para los tomates importados de Turquía, restricción que se mantendrá hasta que los productores agrícolas de Rusia recuperen su inversión pertinente.
"Como dijo el querido presidente Putin, la restricción sobre los tomates es una medida temporal que acordamos. En lo que respecta a los demás asuntos, también llegamos a un acuerdo. De modo que podemos decir que terminó el período de normalización", dijo Erdogan.
La prohibición sobre viajes exentos de visa para los turcos continuará por el momento, en particular por "la necesidad de reforzar la cooperación entre nuestros servicios especiales en condición de un incremento de la amenaza terrorista", añadió Putin.
Rusia introdujo prohibiciones sobre muchas materias primas en medio de una intensificación de las tensiones entre los dos países luego de que Turquía derribo un avión de combate ruso cerca de la frontera siria en noviembre de 2015.
En respuesta, Turquía impuso un arancel prohibitivo sobre las exportaciones rusas de trigo, maíz y aceite de girasol, de los cuales Turquía es un importante comprador.
Los dos presidentes expresaron apoyo a la idea de crear zonas seguras o de distensión en Siria, una propuesta apoyada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y señalaron que podría conducir a la pacificación de las partes y a reforzar el régimen del cese al fuego.
En cuanto al presunto ataque químico perpetrado a inicios de abril en la provincia siria de Idlib, Putin y Erdogan coincidieron en que el responsable debe ser presentado ante la justicia, a pesar de las anteriores discrepancias sobre el responsable del ataque.