Por You Zhixin, Zheng Kaijun y He Xinrong
SHANGHAI, 2 jul (Xinhua) -- Al mismo tiempo que representantes chinos y estadounidenses partían el viernes una chuleta de res en Beijing, la capital china, para marcar el retorno de la carne de vacuno estadounidense a China tras una ausencia de 14 años, los consumidores de la metrópoli oriental de Shanghai recibían la carne que habían pedido en línea a través de minoristas locales.
La carne de res enviada a los hogares shanghaineses, como de la empresa Fruit Day, es de una ternura, jugosidad y sabor superiores según los estándares del Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA, por sus siglas en inglés).
La reapertura del mercado chino a la carne de res estadounidense, uno de los primeros resultados del plan de acción de 100 días entre China y EE.UU. aprobado en mayo, pone fin a una prohibición que partió de la preocupación por el brote de la enfermedad de las "vacas locas" en 2003, y podría perfectamente marcar el inicio de un nuevo capítulo en la cooperación económica y comercial bilateral entre los dos países.
APETITO CRECIENTE
"Tanto mis colegas como yo mismo estaremos más ocupados cuando regresa la carne de res estadounidense", indicó el director de la Compañía de Almacenamiento en Frío Shenhong, Lyu Ruiqing, mientras examinaba un almacén de congelados ubicado en los suburbios de Shanghai, donde se conservan cajas de carne de vaca local e importada de Australia y algunos países de Sudamérica.
La carne de vacuno de EE.UU. era muy popular en China y llegó a suponer hasta un 70 por ciento de las importaciones del producto en su apogeo, recordó Lyu, quien trabaja en el sector desde hace más de 30 años.
Los datos de las aduanas chinas muestran que las importaciones chinas de la carne de res alcanzaron unos 2.500 millones de dólares en 2016, frente a los 254 millones de 2012. Sin embargo, el consumo per cápita aún es relativamente bajo en comparación con EE.UU. y Australia.
"El mercado tiene un gran potencial. La carne de res es cada vez más popular entre los chinos. En mi restaurante, alrededor de un 70 por ciento de los consumidores son locales y muchos son jóvenes", indicó Liu Xin, propietario de un restaurante de carne a la parrilla en el centro de Shanghai.
"En estos momentos servimos principalmente platos cocinados con carne de res australiana, pero este mes cambiaremos el menú", agregó el restaurador, que planea abrir otro restaurante en la ciudad.
COMPETENCIA EN LOS COMEDORES
"En los últimos cinco años, China se ha convertido en el segundo mayor importador de carne de res del mundo. Australia gozó de oportunidades extraordinarias en este campo, pero en 2015 comenzó la competencia cuando Brasil y Argentina también lograron acceso al mercado", apuntó Yan Hongwei, vicepresidente de Haibo Logistics de Shanghai, uno de los más importantes distribuidores de carne de China.
Queda por ver cómo compite la carne de res de EE.UU. con la proveniente del hemisferio meridional.
"El sabor es lo primero", opinó Liu, que antes de regentar el restaurante era cocinero.
En los últimos años, los consumidores chinos se han acostumbrado a comer y cocinar carne de res de Australia, Argentina o Brasil, pero el producto de EE.UU. pudiera ser más carnoso y jugoso, apunta Liu.
También importan los precios, destacó Tao Jun, jefe ejecutivo de Sizzle Market, cadena de carne de res. Tao considera una buena noticia el retorno de la carne estadounidense, ya que bajarán los precios del producto importado.
Por el gran potencial de mercado, muchas compañías chinas están buscando activamente cooperar con distribuidores estadounidenses de vacuno, y muchas plantas de procesamiento en EE.UU. están igualmente entusiasmadas por las oportunidades que se abren.
Sin embargo, es preciso conocer el cuadro completo.
China ha publicado algunos detalles de los exámenes de calidad y cuarentena; por ejemplo, la edad del ganado bovino no debe superar los 30 meses, los importadores deben registrarse en la Administración de Certificación y Acreditación de China, el origen del ganado vacuno debe poder trazarse hasta las granjas donde nació y los productos exportados a China no deben tener residuos de hormonas sintéticas ni aditivos prohibidos como la ractopamina.
Fuentes del sector estimaron que menos del 10 por ciento de los productos estadounidenses cumplen los requisitos en la actualidad, lo que significa que los volúmenes de exportación estarán limitados en la etapa inicial.
"Al principio se irá despacio, pero creo que hay un gran potencial", manifestó Kenneth Jarrett, presidente de la Cámara de Comercio Americana en Shanghai.
BUSCAR EL PUNTO MEDIO
El retorno de la carne de res estadounidense a China y, en contrapartida, el de las aves de corral cocidas chinas a EE.UU. , es uno de los puntos prominentes del plan de acción de 100 días China-EE.UU. , que también cubre los campos de los servicios financieros, la inversión y la energía, entre otros.
"Evidentemente, el acuerdo supone un punto de inicio para que las dos naciones den nueva forma a sus relaciones económicas y comerciales", indicó Zhou Hao, economista superior para Asia de Commerzbank.
"Para lograr un resultado que beneficie a ambos, China y EE.UU. deben llevar a cabo reformas estructurales y fomentar la cooperación económica, en vez de limitarse a reducir el déficit comercial", destacó Bai Ming, investigador de la Academia China de Comercio Internacional y Cooperación Económica.