LA HABANA, 7 sep (Xinhua) -- Cuba comenzó a sufrir en la noche del jueves los embates del poderoso huracán "Irma", el más intenso de la historia en el Atlántico Norte, tres días después de que la Defensa Civil (DC) nacional comenzó a orientar las medidas de prevención con vistas a proteger a las personas y los bienes materiales.
"Irma", un huracán categoría cinco (máxima) en la escala Saffir-Simpson y vientos de 285 kilómetros por hora, se empezó a sentir por el extremo oriental de la isla, con trenes de olas de hasta cinco metros que provocaron inundaciones costeras en zonas bajas del litoral norte de las provincias de Guantánamo y Holguín.
Pero desde el pasado 30 de agosto, cuando "Irma" se formó como tormenta tropical y se convirtió en el noveno evento de ese tipo en la actual temporada ciclónica del Atlántico (1 de junio al 30 de noviembre), el Estado Mayor Nacional de la DC activó sus contactos con el Instituto de Meteorología, pues los pronósticos indicaban que el meteoro se movería rumbo oeste, ganaría en intensidad y devendría un peligro real para la ínsula.
La Defensa Civil de Cuba se fundó el 31 de julio de 1962, nombrada entonces Defensa Popular, con la temprana misión de cuidar los objetivos económicos y sociales.
Un año más tarde, el azote del ciclón "Flora" a la región oriental del país entre el 4 y el 8 de octubre de 1963, ocasionó la muerte de 1.157 personas, destruyó más de 11.000 viviendas, causó la pérdida de casi el 70 por ciento del ganado de la zona y dañó de forma severa los viales, puentes y numerosas obras.
Por el alto número de fallecidos, aquel organismo tropical marcó un punto de viraje en el trabajo de la DC y el gobierno le dio también la tarea de diseñar estrategias para garantizar la protección de la población y prepararla en el enfrentamiento a los ciclones --los fenómenos naturales más peligrosos para Cuba-- y demás desastres.
Wilfredo Cobas, jefe del departamento de Operaciones del Estado Mayor Nacional de la DC, explicó que en los últimos 55 años el país fue impactado por varios eventos, pero los ciclones tropicales resultaron los más recurrentes y los más severos, que han obligado a proteger cada vez más a mayor cantidad de personas.
Precisó que Cuba, por su ubicación geográfica, sus características geomorfológicas y su clima, está expuesta a todo tipo de peligro de desastres de origen natural, tecnológico y sanitario.
Según cifras oficiales, en las últimas dos décadas la mayor de las Antillas fue impactada por 29 ciclones tropicales, entre ellos 10 tormentas y 19 huracanes incluidos nueve de gran intensidad.
El más reciente azote ocurrió en octubre del pasado año, cuando "Mathew" devastó localidades del extremo oriental de Cuba, como Baracoa y Maisí, que aún se recuperan de los cuantiosos destrozos valorados en más de 2.400 millones de dólares, de acuerdo con fuentes oficiales.
En estos 20 años y debido a los ciclones, la nación sufrió la muerte de 56 personas, en muchos casos por negligencia individual, en tanto se logró proteger a más de diez millones de personas.
Para el enfrentamiento a tormentas y huracanes, la DC cuenta con un Sistema de Alerta Temprana, que comprende vigilancia y monitoreo, y la incorporación de todos los centros de pronósticos del país.
También cada año, previo al inicio de la temporada ciclónica se realiza el ejercicio Meteoro, durante el cual los cubanos se preparan para enfrentar cualquier variante de desastres naturales como intensas lluvias, huracanes, penetraciones del mar, inundaciones, derrumbes, sequías, incendios, sismos, derrames de hidrocarburos y otras contingencias.
Se comprueba, además, la eficacia del sistema de la Defensa Civil y la capacidad de respuesta de la población y los distintos niveles de mando del Estado y gobierno en la salvaguarda de vidas humanas, recursos económicos y la reducción de los daños.
Cuba ha realizado asimismo una serie de Estudios de Peligro, Vulnerabilidad y Riesgo, con investigaciones en cada uno de sus 168 municipios, para conocer los elementos que constituyen la mayor cantidad de amenazas y elabora las medidas para mitigar sus efectos.
Más reciente, la DC elaboró una "Guía familiar para la protección ante ciclones tropicales", tanto para áreas urbanas como rurales, manuales que contienen con una serie de recomendaciones para enfrentar estas contingencias.
En cuestión de ciclones, para Cuba no es tan importante si la temporada es más o menos activa, sino estar atentos y preparados de forma constante para prevenir o enfrentar cualquier eventualidad.
Desde hace algunos años, expertos aseguran que cada vez se producirán menos huracanes pero serán mucho más potentes y, por ende, más destructivos, debido al incremento de la temperatura del agua en los océanos --factor determinante para el desarrollo de ciclones-- producto del cambio climático.
Predecir la intensificación del fenómeno continúa siendo en extremo difícil, según los meteorólogos, por lo que la DC cubana, de probada eficacia y reconocida por organismos internacionales, insiste en que hay que estar siempre preparados, sin pensar en los pronósticos.