Por Shi Jing
Beijing, 14/11/2017 (El Pueblo en Línea) - El aumento del consumo, el constante crecimiento de la clase media nacional, la decidida inversión y la rápida implementación de la alta tecnología en el país siguen favoreciendo a las empresas que ofrecen servicios de educación en línea e iluminan sus perspectivas.
En octubre del 2016, Song Yujiao, joven de 34 años que reside en Shanghai y trabaja en la industria farmacéutica, contrató un costoso curso internacional en línea para su pequeño Zhenyu, de 4 años, aprendiera inglés.
En aras de asegurarse un buen curso de inglés para sus hijos, muchos padres chinos han hecho lo mismo que Song.
Al principio, ella estaba un poco escéptica sobre la eficacia del método y el programa elegidos.
El profesor Matthew Privette, de 27 años, vivía en Carolina del Sur, Estados Unidos, y el curso en línea era ofrecido por la empresa VIPkid.
Song tenía muchas inquietudes. ¿Cómo una mezcla de vídeo en vivo 25 minutos diarios y videos de apoyo transmitidos en una pequeña pantalla podrían mantener a su hijo concentrado y motivado en un idioma extranjero? ¿Y cuando ella estuviera ausente, él sería capaz de aprender sin su supervisión?
Las cosas se encaminaron de forma positiva. Ahora el pequeño Zhenyu le fascina estudiar inglés, incluso durante sus vacaciones.
"Viajo bastante. A diferencia de otros padres, no tengo tiempo para llevar a mi hijo a clases extracurriculares presenciales. La clase en línea me ahorra muchos problemas. También, aunque no esté presente, puedo evaluar la calidad de la clase porque siempre queda grabada en video”, asegura Song.
Para los padres jóvenes como Song, la tecnología en función de los servicios educativos en línea, de calidad internacional, es una bendición y se ajusta a sus capacidades financieras.
De acuerdo al Centro de Información de Internet en China, hasta junio de este año habían 144 millones de usuarios chinos utilizando este tipo de servicios, incluyendo unos 6.620.000 que se habían registraron este año.
El rápido crecimiento del sector tiene tres segmentos definidos: tutoría desde el jardín de la infancia hasta finalizar la escuela primaria, educación vocacional y educación lingüística.
El mercado chino de la educación en línea crece un 20 por ciento anual. El año pasado, los ingresos alcanzaron 156 mil millones de renmimbi (23,6 mil millones de dólares), aseguró la consultora iResearch.
Con semejante impulso, y dado el gran interésy sacrificio que hacen los padres chinos para asegurar una buena educación para sus hijos, en dos años el valor total de mercado podría alcanzar los 269,3 mil millones de renmimbi.
Una encuesta de educación global, realizada por HSBC, evidencia que los padres chinos gastan 42.892 dólares en 12 años de educación, desde la escuela primaria hasta la preparatoria para entrar a la universidad. Cifra mucho más alta que en Australia, Reino Unido o Francia.
Los padres chinos también poseen la reserva educativa más rica del mundo, ya que el 55 por ciento de ellos abonan los gastos con sus ahorros o inversiones.
Dada la tendencia alcista y las perspectivas de crecimiento del mercado de la educación en línea, los inversores respaldan a las buenas empresas que ofrecen este tipo de servicios.
iResearch afirma que en los primeros cinco meses del 2017 se verificaron 83 rondas de financiamiento, atrayendo 4,95 mil millones de renmimbi.
Du Miaomiao, analista principal de iResearch, precisó que "en los últimos tres años se percibe mucha inversión en el sector. Aunque ahora la burbuja inversionista se ha contraído un poco porque "los inversionistas se han vuelto más conservadores".
Sin embargo, las fusiones y las inversiones estratégicas siguen creciendo, cifrando un 6 por ciento de fondos provenientes de fusiones y otro 9,6 por ciento de las inversiones estratégicas, con un aumento del 2,9 por ciento y el 2,3 por ciento interanual, respectivamente.
"Esto demuestra que este joven mercado va madurado", aclara Du.
Por otra parte, las empresas líderes han empezado a extender sus líneas de productos a través de fusiones estratégicas.
"Invirtiendo en otras empresas integran más la cadena de valor", añade Du.
En lo que va de año, en términos de financiamiento recibido, es la educación vocacional la que ha registrado la tasa de crecimiento anual más alta (37,8 por ciento). Du considera que se debe a la gran cantidad de usuarios interesados y a la creciente disposición social de pagar por adquirir conocimientos.
Por ejemplo, Su Bo, de 32 años, ha trabajado siete años en una empresa de Nantong, en la provincia de Jiangsu. En septiembre, Bo se matriculó en un curso en línea de supervisión de ingeniería. Este joven trabajador quiere elevar su nivel académico para lograr una promoción laboral y percibir un mejor sueldo.
"Los cursos en línea hacen posible que las personas que trabajan puedan estudiar durante su tiempo libre, ya sea a través de videos asociados al tema o directamente con el profesor en el aula virtual”, aplaudió Su.
"La transmisión en vivo e interactiva tiene gran aceptación dentro de las herramientas de la educación en línea que hoy prefieren los estudiantes chinos", subrayó Du Miaomiao, analista principal de iResearch.
Con los adelantos en materia de inteligencia artificial, la educación en línea percibirá un mejor desarrollo. Por ejemplo, los robots profesores y los programas automatizados, aunque muy interactivos, podrían ser el mecanismo más utilizado.
Yu Minhong, director general del New Oriental Education and Technology Group, anunció en un foro celebrado en Beijing que un tercio de las prestaciones futuras de la inteligencia artificial estarán en la educación.
"La educación será una de las industrias más receptoras de la inversión en la era de la inteligencia artificial ", auguró Yu.
Una serie de empresas chinas ya han empezado a cartografiar sus futuros movimientos para la nueva educación en la era de la inteligencia artificial. Empresas como Yixue, con sede en Shanghai, e iFlytek, con sede en Hefei, prometen revolucionar el sector con sus novedosos aportes.
Sin embargo, no todo es color de rosa. Las espinosos desafios también causan preocupación.
El primer obstáculo es el capital humano. No es tarea fácil encontrar un número suficiente de maestros chinos calificados. El Ministerio de Educación de China prohíbe a los docentes de escuelas primarias y secundarias ofrecer clases privadas. Además, aún no hay disposiciones bien definidas que regulen la actividad como tal.
El costo es el segundo desafío importante.
He Qiang, fundador de Sanhao.com, proveedor de servicios de tutoría en línea, asegura que hay un gran número de empresas de educación en línea que sufren del alto costo de adquirir la clientela, que oscila entre los 3.000 y los 10.000 renmimbi por cliente.
"Si esas empresas no pueden controlar la calidad del aula, les será muy difícil recuperar la inversión hecha para captar el cliente", concluyó He.