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Aguas del río afectado por la mayor tragedia ambiental de Brasil siguen no aptas 2 años después

RIO DE JANEIRO, 13 nov (Xinhua) - Las aguas de la cuenca del río Doce, uno de los principales en la región sureste de Brasil y víctima de la mayor catástrofe ambiental de la historia del país, hace dos años, fueron catalogadas como no aptas para consumo humano, pesca, riego y producción de alimentos, según un informe realizado por la Fundación SOS Mata Atlântica.

La entidad realizó un análisis a lo largo de los 733 kilómetros por donde corrió el rastro de lodo que derramó el 5 de noviembre de 2015 cuando se rompieron los diques de un gigantesco depósito de residuos mineros en Mariana, en el estado de Minas Gerais (sureste de Brasil), y propiedad de la minera Samarco.

El incidente devastó la vegetación nativa y alcanzó otros municipios de Minas Gerais y del estado de Espírito Santo. Decenas de personas murieron y varias comunidades fueron destruidas.

Según el estudio, la calidad del agua en los ríos que componen la cuenca está mal o pésima en el 88,9 por ciento de los puntos de recolección y regular en el 11,1 por ciento. En ningún lugar el agua fue considerada buena o excelente.

Una expedición realizada por la Fundación entre los días 11 y 20 de octubre recorrió el rastro del lodo a lo largo del río Doce desde sus formadores -los ríos Gualaxo do Norte, Piranga y Carmo- hasta un centenar de afluentes que forman la cuenca y bañan 29 municipios y distritos de los estados vecinos a Minas Gerais y Espírito Santo.

Según el informe, este año se detectó un empeoramiento en la calidad del agua con respecto a 2016. El año pasado, el agua fue considerada mala o pésima en el 53 por ciento de los puntos de recolección, regular en el 41,1 por ciento y excelente en el 5,9 por ciento. El índice revelado este año se asemeja al verificado poco después de la tragedia, en noviembre de 2015.

La investigación constató también ausencia de vida acuática, como renacuajos, sapos y peces, en siete de los 16 puntos que presentan calidad de agua pésima o mala. "En esos lugares, el espejo de agua estaba repleto de insectos y zancudos, vector de graves problemas de salud pública, como dengue, zika, chicunguña y fiebre amarilla" , agrega el estudio.

Para la Fundación SOS Mata Atlântica, el sedimento de desechos de mineral está presente en todo el lecho del río, aunque visualmente el agua está más clara. "La sequía extrema y el bajo volumen de las aguas causaron una concentración de los contaminantes, lo que hizo que la contaminación, aunque imperceptible a simple vista, esté en concentración mucho mayor que el año pasado" .

El agua presenta concentraciones elevadas de sólidos en suspensión y metales pesados, como manganeso, cobre, aluminio e hierro, en diferentes tramos monitoreados. Solo dos puntos de recolección, ubicados en las ciudades de Perpétuo Socorro y Governador Valadares, ambos en el río Doce, no presentan índices de cobre en el agua.

Nueve puntos de recolección presentaron señales de vida acuática, a pesar de que están todavía lejos del ideal. Se encuentran justamente donde hay fragmentos de bosques nativos o áreas de preservación permanente.

"Para la recuperación de la calidad del agua, es esencial que se adopten medidas efectivas de restauración forestal con especies nativas, de revitalización de la cuenca y la ampliación de los servicios de saneamiento básico y ambiental en los municipios afectados" , sostiene el informe.